Por Alberto Osorio/
El Mesías es parte de la historia, desde el origen (de la misma eternidad), hasta nuestra actualidad en devenir, el Profeta Miqueas (Mi. 5,2), dando voz al Dios Yahveh, así lo anunció y por ello, el Mesías, tuvo un largo camino de preparación, narrado a través de todo el Viejo Libro, incluso aparece desde la misma creación, pasando por distintos puntos nodales y “figuras teológicas”. Pero hay otra historia más reciente, como la que cuenta Juanito Ack (2018, en “Los Prietos de Morena”) comparó al “Mesías Tropical” (con tono de queja [por el evidente trasfondo racista, clasista y neocolonial], pero alegre del título) Fake, con Zapata y Villa, por el simple hecho de ser criticados por los que él llamó “periodistas mercenarios”, y que externó: “absolutamente todos los mexicanos nos conviene que llegue a la Presidencia de la República alguien honesto, digno y trabajador”, ya, tiempo atrás, en sus publicaciones, se refirió a AMLO como única salvación para el país y en últimas fechas lo llamó “científico”, como bien anunció Juan el Bautista al Mesías, hay otros más vociferantes, que juegan a las palabras para defender al nuevo Mesías (Fake), como Alfred J-R.
Debe acotar-se que el Mesías ha sido “figurado” desde la creación, en donde los Primeros Padres fueron tentados por la Serpiente, una dualidad tan antigua como la misma historia (el bien vs el mal; las virtudes vs los vicios), una confrontación actual entre liberales (los buenos) y conservadores (los malos), tan radicalizados y polarizados, que es impensable en la mente del Mesías Fake que los Conservadores tengan algo bueno y que los Liberadores tengan algo malo, y cuando algo sale mal, se señala a la oposición, como acusa Adán a Eva (no quiere decir que Morena sea Adán y PRIAN sea Eva; tan sólo se señala la dicotomía), al final, todos tenemos algo de Adán y algo de Eva, porque todos tenemos algo de bueno y algo de malo en nosotros mismos y así como pasa en lo individual, sucede en las instituciones.
Pero también, el Mesías, ha sido “figurado” en otros tantos personajes que valdría la pena mencionar, como el que se narra en la escena del capítulo de Caín (el primer antisocial) y Abel (el justo y que presenta a Dios sus mejores productos), Caín mata por envidia, por no ser el predilecto, pero también por irascible e impulsivo, y aquí, en el 2020 ¿ante quién estamos?, sólo basta con mirar el pasado del Mesías Fake, si volvemos la vista al 08 de junio de 1969, con distintos nombres, vemos a un nuevo Caín y su Abel, ahora con nombres de Manuel y Ramón, ambos pelearon y llevado por la cólera, Manuel sacó un arma, amagó a su hermano y le disparó, como dijeron algunas versiones de ese entonces (Rumbo Nuevo, Diario de la vida tabasqueña [09/junio/1969]; Diario Presente [09/junio/1969]), aunque otras versiones (como siempre, hay dos o varias) lo exoneraron, como en el presente, la versión reivindicadora de Zepeda Patterson dice que Manuel miró sólo desde la caja del mostrador y luego narró cómo su hermano llevó el arma para asustar a un amigo y Manuelito insistió en que no, como pretendió Caín mentir a su Dios, sin saber que la sangre de su hermano clamaría por toda la eternidad (al menos de su vida). Y así, Caín, emprende su camino de muerte, quizá no registrados, pero si hubiese una investigación, con facilidad podría seguirse su rastro (Manuel, años después de aquel “accidental” suceso, dejado llevar nuevamente por el impulso del Thanatos inherente en su naturaleza, agredió a un amigo suyo [y como versa la sabiduría popular: “con esos amigos, para qué se quieren enemigos”] <<Ángel León>>, recibió el impacto de una pelota de béisbol, después de una acalorada discusión, justamente debajo de la base de su nuca, lo dejó inválido hasta su muerte, en 1995. Así ha sido el camino del prodigio Manuel-Caín.
La otra “figura teológica” es el pueblo de Israel que, a manos de Moisés, deambuló por el desierto antes de entrar a la “Tierra Prometida”, incluso, el mismo Mesías, estuvo 40 días en el Desierto antes de comenzar su tiempo de predicación (que duró no más de 3 años), no obstante, el Mesías Fake requirió 23 años, antes de tener en sus manos su “Tierra Prometida” y se encamina a un tiempo de predicación de al menos 2 años, porque la cruz llegó a los tres años al Mesías, pero como el Fake adelantó sus tiempos, en 2021 puede venir su cruz en forma de urna.
Pero sigamos con La Historia de Salvación, misma en la que se contempla que el Mesías nazca y lo hace en un contexto de pobreza (sólo eso), porque en realidad no era pobre, al ser descendiente de la casa de David; por su parte, el Mesías Fake nació en un contexto similar (al menos, eso es lo que sus labios pregonan, no obstante, su propia historia dice que sus padres tenían una tienda, para sus tiempos, al menos, era de clase media). El mesías, fue encontrado a los 12 años (edad en la que comienza la vida adulta para los judíos) en medio de los doctores, dándoles lecciones (Lc. 2,41-50) y fue a la escuela destacando desde joven (Libro de Urantia, documento 123), en tanto que el Mesías Manuel (del 2020) ni su propia madre creía que fuera a la Universidad (significativo es que la persona que nos puede creer y defender en todo momento [al menos en la vida del mexicano], haya sospechado que Manuelito no estudiaba en la UNAM y acudiese hasta las aulas de la casa máxima para corroborarlo, avergonzado, Manuelito, la quitó del cristal de la ventana por la que lo miraba y la llevó al jardín para “abrazarla con todo mi amor” (al menos, así lo narró recientemente ante el corresponsal de guerra mexicano y creador del Argos [curioso utilizar a alguien así para narrar su vida, un constructor de barcos, según la Mitología Griega, quizá la vida de Manuelito sea sólo eso, un Barco]), El Mesías Fake, se convirtió en un fósil en la UNAM al tardar 15 años y obtener un promedio de 7.72, por el cual, en las múltiples convocatorias que se emiten para ocupar algún puesto público, no podría no aspirar a mucho, desde luego, si siguiera los protocolos establecidos (aunque ya ha dado ejemplo de que no lo hace ni en tiempos de contingencia).
El Mesías fue desconocido por los de su tiempo (al menos, los poderosos y letrados, como los Fariseos, que no entendían su mensaje), fue seguido por los hambrientos, los pobres y los pecadores, porque a ellos vino a salvar (así lo predicó siempre), al parecer, los únicos que aceptaban con firme su palabra, y así, los hizo destinatarios de su discurso… El Mesías Fake en su prédica ha dicho que los del pueblo “los únicos que podían entender su mensaje” y ha atizado el fuego contra los médicos, los ingenieros, los comunicadores y economistas, al señalarlos de ignorantes ante su proyecto, su lucha siniestra (de izquierda) contra la diestra (la derecha) ha caído como la mano de Dios, con voz dulce de solidaridad y tolerancia.
El Mesías, en el Sermón de la Montaña (Lc. 6, 17-49) legitima su discurso y sus promesas, como lo hizo Dios a su Pueblo errante, al brindarles las tablas de la Ley (Dt. 5,1-21); a esa usanza, el Mesías Fake recientemente reveló su decálogo, con un contenido más que de mandamientos (su estilo no es la imposición, según lo ha dicho), sino de Bienaventuranzas: “1.- Mantenerse siempre informados de las disposiciones sanitarias; 2.- Actuar con optimismo; 3.- Rechazar el egoísmo e individualismo; 4.- Dar la espalda al consumismo; 5.- Promover la cultura de la prevención; 6.- Defender el derecho a disfrutar de la naturaleza; 7.- Alimentarse bien y natural; 8.- Practicar algún ejercicio; 9.- Borrar conductas discriminatorias y 10.- Seguir un ideal”; el camino que ofrece el Mesías es el de salvación, el que regresa al reino perdido, el camino que ofrece el Mesías Fake es el de la salida de una Pandemia y entrada a una Nueva Normalidad, una Nueva Realidad; y camina, como el Mesías camino en su entrada a Jerusalén (en el Domingo de Ramos), por los Puertos, exhortando a salir a la Nueva Realidad, aunque sin saludar a las mujeres dolientes, por la otra pandemia.
El Mesías se formó en la tradición de su tiempo, en la historia de salvación de su pueblo, se empapó de La Torá y al final, se separó de ella (la actualizó, según la interpretación teológica) y siguió su propio camino; mientras que el Mesías Fake, se forjó en uno de los partidos más viejos y tradicionales (el PRI color) y luego, camino más adelante, anduvo bajo el sol (PRD), hasta que decidió pintar su camino y extender sus alas, creando su propio Movimiento de Regeneración Nacional.
El Mesías fue esperado por el pueblo de Israel, durante siglos, para ser liberado del yugo opresor de los Romanos, así como fue liberado del yugo opresor de Egipto, pero lo que recibió, fue algo inesperado, un predicador del reino de Dios, experto en parábolas, pero ungido por el Espíritu; y así, a la luz del Viejo Libro (narraciones de la pura ira de Dios), el Mesías Fake predicó con sus entrañas, pero no prometió con el mismo compromiso (y al final, se retractó), habló de un mejor rumbo, bajar la gasolina, no endeudar al país y no tolerar la corrupción, llevar a la Nación a un mejor punto, pero nada ha habido de eso, más que la Nueva Normalidad, la Tierra de la que emana leche y miel, es la tierra del “frijol, el arroz y el bendito maíz”, el pueblo debe conformarse comiendo -arroz y frijoles- y ser feliz al ser pobre (porque ese es el nuevo PIB), además de que de esa manera, puede evitar ser secuestrado (eso, en una primera interpretación de su dicho, porque la otra opción es que los secuestradores no hagan distingos entre pobres y ricos para poder plagiarlos), eso ha dicho, momentos previos a la muerte de un Juez.
El Mesías predicó a lo largo de lo que hoy conocemos como Israel, anduvo a pie y en barco, hasta donde se sabe; el Mesías Fake, recorre el mapa azteca, en vehículos o avión, bajo la prédica de austeridad; por su parte el Mesías pagaba los impuestos de su tiempo, que no eran pocos.
El Mesías predicó en el templo 18 veces, en una ocasión expulsó a golpes a los mercaderes, ahí mismo recibió a ciegos y cojos y los sanó (Mt. 21,14); El Mesías Fake, ha dado más de 390 predicas (iniciadas el 01 de diciembre de 2018), como sacerdote enardecido desde el púlpito (como si fuera Pascua o Noche Buena), pero lejos de curar un país lastimado por la violencia, la pobreza y división, ha acentuado la escisión y lejos de recibir a los necesitados, ha cerrado sus ojos, porque acaso Mesías, tan sólo es un Fariseo más dentro de su templo, la galera “mañanero”, de la que poco a poco, se han alejado los medios, quedando, tan sólo los seguidores, al caso “12”?: un Pozos, Adame, Alemán…
El Mesías tuvo a sus Boanerges (Santiago y Juan), dos apóstoles iracundos, capaces de hacer bajar fuego del cielo y aunque la tradición ha querido hacer una interpretación teológica que los aleje de tan humano sentir, no se puede negar que entre los mismos apóstoles había diferentes personalidades, más allá de las depresivo-masoquistas o sado-masoquistas; en tanto, el Mesías Fake, tiene a su Juan Ack. y a su efilaJ-R (curioso personaje descendiente de tierras predicadas por el Mesías). El Mesías tuvo otros seguidores, fieles apóstoles de su verdad que la dispersaron hasta convertir a la misma Roma (se llevó su tiempo), proclamaron su Palabra por doquier, se extendieron por todo el planeta a lo largo de más de 2,000 años, hicieron y también deshicieron, tanto que en los años 1992 y 1999, el PAPA Juan Pablo II pidió perdón al mundo y Francisco hizo lo mismo en 2019, por los crímenes de la conquista de América… el Mesías Fake, también tiene voceros, son fieros, despotrican contra todo el que va en contra de su doctrina, pero jamás piden disculpas, no sabemos cuánto tiempo pasará para que se sepan sus peores crímenes.
Finalmente, desde la cruz, el Mesías deposita su alma y sus acciones bajo el juicio de su Padre (Lc. 23,46); mientras que, en 2020, el Mesías Fake, desde su cruz, enfatizó que no debe dar cuenta a nadie, antes bien, señaló que “me atengo a mi tribunal, y el tribunal que juzga mis actos, ES MI CONCIENCIA” (Andrés Manuel López Obrador, 15 de junio de 2020, Conferencia Matutina, Xalapa, Veracruz, México).
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