La problemática que actualmente vive el país no es cosa menor y definitivamente no se le ve salida a corto plazo. Nos gobiernan quienes hasta ahora no han mostrado capacidad suficiente para resolver los enormes retos que se le están presentando a México.
Si hacemos un análisis sincero, centrado y sin apasionamientos; respondámonos con franqueza; ¿en qué creemos estar mejor?: En seguridad?, en generación de empleos?, en calidad educativa? en economía?, en paz social?, en salud?, en manejo adecuado de la epidemia?, en unidad nacional?.
Si somos sinceros veremos que no es así y que en varios aspectos de plano nos estancamos y en otros vamos para atrás.
Estamos cosechando el resultado de haber vivido tantos años en medio de la apatía, porque un buen número de ciudadanos jamás fue a votar. No se interesaron por la situación del país. Vivieron desconectados de sus obligaciones cívicas.
Dejaron que los malos políticos hicieran de las suyas. No se manifestaron cuando pedían dinero prestado sin justificación alguna.
No se indignaron cuando saqueaban el erario.
Tampoco cuando se enteraron que amasaban enormes fortunas, producto del pillaje.
Dejaron cómodamente que el desorden y el robo crecieran.
Permitieron que los partidos políticos, que viven de nuestros impuestos, pusieran como candidatos a personas improvisadas, cartuchos quemados, incompetentes o incluso impresentables por su fama de corruptos.
No nos indignamos cuando ponían candidatos cuyo único mérito era ser amigos o parientes de quienes controlaban los partidos.
Una parte de la población verdaderamente indignada y enojada con justa razón ante tanto desorden, votó por MORENA, esperando que todo cambiara para mejorar, sin tomar en cuenta que muchos de quienes integran ese instituto político salieron de los mismos partidos que antes tanto criticaban. Tampoco tomaron en cuenta que debían mantenerse los equilibrios y éstos se perdieron al ganar MORENA de manera contundente y abrumadora.
Ahora controla prácticamente los tres poderes y va ya por los organismos autónomos.
La única manera legal de enderezar las cosas de manera, democrática y propositiva es poniéndole al partido en el poder frenos y contrapesos en la Cámara de Diputados, para que el gobierno mexicano haga un mejor papel.
El año próximo hay elecciones. Solo que si el voto opositor se pulveriza entre todos los partidos, MORENA volverá a ganar, porque AMLO todavía tiene el 48% de aprobación por parte de la ciudadanía y además su gobierno controla los programas sociales, mismos que son fuente de votos cautivos.
Si la oposición va dividida, perderá, aunque la suma de votos obtenidos por los demás partidos, sea mayor que la que obtenga MORENA.
Es momento de que la oposición, en lugar de estar viendo como mandan a fulanito porque es pariente de perenganito o amigo de sutanito, busquen entre la ciudadanía a las mejores personas, a la más capacitadas, a la más honradas y las postulen como candidatos. Si no hacen esto y cada quien manda a su propio candidato, difícilmente los que simpatizan por un partido votarán por el candidato de otro y viceversa. Tienen que ir candidatos de unidad y de preferencia que no estén en partido alguno. Los partidos están ya muy desacreditados por haberse convertido en agencia de colocaciones y en centros de negocios. Algunos de ellos se convirtieron en cuevas de Alí Babá y en franquicias que no buscaban el bien del país, sino el enriquecimiento de sus cúpulas.
Para concluir, recordemos que los cambios inician por las alcaldías y siguen con las diputaciones. No lo olvidemos.
El 2021 es nuestra última oportunidad para enderezar la nave llamada México. Ojalá y no resulte que el día de las elecciones la gente no salga a votar porque se quedó viendo el futbol o porque como hacía mucho calor se quedó “descansando”.
Si no votamos y no participamos, no tendremos derecho a quejarnos y seguiremos dando tumbos cuesta abajo.
El país que necesitamos también se construye con la fuerza de nuestros votos.
¡Que no se nos olvide!.
¿No les parece a Ustedes?.
Muchas gracias y buen fin de semana.
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