Veracruz, Ver.-Marcia Núñez, tiene 58 años de edad ella y sus compañeras meseras decidieron botear los fines de semana en los últimos tres meses para ayudarse a llevar alimentos a casa; entre semana ella limpia dos casas porque todo sube y el dinero no alcanza dice.
La autoridad dice están prohibidos pero mucha gente sí se están realizando reuniones sin embargo meseras y meseros de eventos no se les contrata; a 10 meses del inicio de la pandemia en México recurren a varias opciones para allegarse de recursos.
Algunas mujeres siguen boteando en el Centro de la Ciudad de Veracruz los fines de semana con la esperanza del mejoramiento de la situación para poder trabajar de nuevo en fiestas; entre semana hacen comida, o se emplean en otras actividades que no tienen prestaciones ni certeza de temporalidad.
Marcia, esposa, madre y abuela sale vestida como si fuera a meserear en un evento, pantalón negro de vestir, blusa blanca y chaleco negro, lleva una gorra y cubrebocas; sostiene un bote de aluminio en la mano con un letrero que dice “Meseros sin eventos Gracias por su Apoyo” que muestra a los automovilistas.
Ella se apostó en la avenida Zaragoza entre Lerdo y Zamora, fue sola, aunque en otras ocasiones llegan más compañeras, decidió ir a botear porque lo trabajado esta semana no alcanzó para ayudar en los gastos de la casa a su esposo también está buscando con más de dos empleos.
Con Marcia viven sus dos hijas y dos nietos, ambas hijas también son meseras y se quedaron sin laborar pues no hay permiso para eventos en salones, sus hijas también buscan ganarse la vida; todos en casa hacen esfuerzos para seguir adelante en medio de esta pandemia.
Al hablar con ella comenta que a veces pasan siete altos del semáforo y no cae ni una moneda en su bote pero ella insiste, camina a la orilla de la banqueta de Zaragoza y ocasionalmente se baja un poco a la calle, muestra el cartel y en ocasiones aunque no dan dinero como hoy, una mujer bajó la ventanilla de su vehículo y le obsequió un contenedor de unicel con pollo asado ella lo muestra sonriente, “bien recibido” dice.
La gente no le pregunta nada, solo dan la moneda o lo que traigan, menciona que ya necesitan poder trabajar en los eventos, han sido cuidadosos para que en todo este tiempo no se han contagiado de COVID-19, dijo estar dispuesta a seguir todas las medidas sanitarias necesarias para retornar a las fiestas.
“Jamás nos había tocado algo así, ya llevamos mucho tiempo sin laborar, habido otros grupos de compañeros meseros que comenzaron a pedir desde Marzo pero nosotros no, apenas lo hicimos porque aunque nos hemos empleado de otras cosas ya la situación es muy difícil”; dijo.
Recordó que antes de la pandemia ella laboraba en dos escuelas entre semana y también iba a los eventos que había así como en fin de semana, sus hijas en los eventos de fines de semana que eran siempre requeridas; son meseras y meseros de Jonny González.
El dinero escasea y tuvo que dejar la vergüenza a un lado y pedir ayuda a los desconocidos.
Comentarios