Veracruz, Ver.- El obispo Carlos Briseño Arch pidió el esclarecimiento del asesinato del joven Luis Felipe V. L., quien era catequista de la capilla “San Rafael Guízar y Valencia” de la colonia Amapolas 2 de la ciudad de Veracruz y a quien hallaron sin vida en su domicilio el martes pasado.
En entrevista, Briseño Arch envió sus condolencias a los familiares del joven, quien recién había egresado de la carrera de Pedagogía.
Además, el prelado aseguró que se comunicaría con el sacerdote responsable de la parroquia de esa zona para que le informase del caso.
“Un mensaje de condolencias a la familia y de esperanza, sabiendo que la muerte no es el final de todo, sino el principio de una vida mejor y que dios va a bendecirlo no solamente a él y abrirle las puertas del reino sino también bendecir a sus familia y animarles y sí me consterna esta noticia porque no sabía nada (…) Pedirle a las autoridades que hagamos todo lo que sea posible porque si esa fue la razón”, expresó.
Por otra parte, el jerarca católico manifestó que la falta de valores genera una anarquía y un caos en la sociedad, por lo que se requiere que se recobren en la actualidad.
El obispo de la diócesis de Veracruz indicó que la fe ayuda a centrar la vida del cristiano.
Cabe recordar que Luis Felipe V. L., era joven egresado de la Facultad de Pedagogía de la UV, también era responsable de una colecta que se organizó para recuperar objetos religiosos, aparatos electrónicos, mobiliario e incluso limosnas que fueron robados en la capilla San Rafael Guízar y Valencia.
A través de su página oficial del Facebook, la capilla de San Rafael Guízar y Valencia informó el 3 de octubre pasado que el templo sufrió una serie de robos en los meses recientes, siendo el más grave y grande el que se cometió el 6 de septiembre de este año.
De acuerdo a la publicación, el o los responsables del robo lograron sustraer del templo católico lo siguiente: un cáliz, una campanilla, un nacimiento, una patena, purificadores, un acetre, candelabros, relicario, un hisopo, una pala, vinajeras, una biblia, manteles para el altar, agua bendita, casulla y estola sacerdotales y hostias y vino sin consagrar.
Además, el o los ladrones sustrajeron: dos ventiladores de pedestal, un ventilador de pared, dos bocinas, dos micrófonos, una despensa, una mesa y varias sillas e incluso limosnas.
Se estimó lo sustraído en la cantidad de 18 mil 882 pesos, aunque antes robaron la campana mayor, la cual se cotizaba en 21 mil 999 pesos.
Luis Felipe estaba al frente de la pista de los objetos y buscaba recuperarlos. De ahí que se demanda a la fiscalía de Veracruz que se siga esta pista dentro de las líneas de investigación pues los delincuentes que saquearon a la iglesia, pueden ser los mismos que estén detrás de este cobarde asesinado.
veronica abre una carpeta mas de investigacion y archivala,, otro asesinato mas que quedara impune , e informale a tu patron si a ese que tienes de gobernador cuantas carpetas tienes sin resolver , pinche vieja inepta.