Ni PROFEPA ni PMA, frenan la tala clandestina en el Rancho Las Palomas de Perote, las afectaciones al medio ambiente son graves.

La tala clandestina y robo de madera se está presentando del municipio de Perote hacia la zona de Las Vigas, se vieron afectadas 10 hectáreas donde les robaron su madera.
Nicolás Cruz Hernández
Xalapa, Ver, Pese a las denuncias interpuestas por ciudadanos, las Procuradurias Federal del Medio Ambiente y la Estatal de Protección al Medio Ambiente, responsables de preservar los bosques, ninguna de estas dos dependencias nada han hecho durante cuatro años, para frenar la tala clandestina que se ha venido presentando en el predio de Las Palomas, del municipio de Perote, Veracruz, desde el año 2018 y que actualmente se ha agudizado este problema.
En entrevista, Eduardo Durán Ortega, guarda bosques y productor de árboles, en el municipio de Perote hizo un llamado a las autoridades estatales y de la Comisión Nacional Forestal para que intervengan en la zona y detengan la tala clandestina, pues de lo contrario sus efectos devastadores afectarán gravemente el entorno ecológico de la región, sobre todo para la captación de agua que se surte a la capital del estado y varias poblaciones cercanas.
El silvicultor mencionó que con la tala clandestina están afectando severamente las plantaciones que allí se tienen e incluso ocasionaron un incendio en la zona que puso en peligro a los habitantes y a sus nuevas plantaciones.
“La parte donde talaron provocaron un incendio, afortunadamente lo paramos a tiempo para que no dañaran nuestras plantaciones nuevas”.
Exhortó a las autoridades competentes a que pongan más cuidado con la instalación de aserraderos que se tienen en la región y se investigue de dónde les están surtiendo la madera para venderla.
Mencionó que el problema de tala clandestina y robo de madera se está presentando del municipio de Perote hacia la zona de Las Vigas y comentó que tan solo la comunidad donde ellos se vieron afectados 10 hectáreas donde les robaron su madera.
“Aquí nos talaron 10 hectáreas y 10 más de mi hermana, y los otros 10 de mi hermano; tenemos 30 hectáreas taladas en esta zona”, añadió.
Precisó que están talando árboles que ellos dejan como semilleros para que vuelvan a crecer y que el recurso no se termine, “pero ellos se los están robando de manera indiscriminada”. Indicó que las pocas tres hectáreas que les quedaron las cuidan y protegen de incendios para no perder sus plantaciones y la vegetación en la zona no se pierda.

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