Por Manuela V. Carmona/
Río Blanco, Ver.- A través de las redes sociales, una madre de familia denunció que a pesar de que su menor hijo resultó intoxicado por consumir un pastelillo que contenían supuestamente droga, mismo que le fue entregado por compañeras de la escuela secundaria Mártires de 1907, al solicitar la intervención de las autoridades escolares, la directora del plantel minimizo la situación.
De acuerdo con la denunciante, las jovencitas adquirieron a través de internet los postres “mágicos”, pidiendo al jovencito los guardara y al entregarlos recibió a cambió la mitad de uno por lo que tras consumirlo el menor presentó una intoxicación al interior del plantel por lo que fue llevado a servicios médicos en donde permaneció más de 8 horas.
Expuso que tras salir del hospital, se presentó al día siguiente a la dirección escolar para hacer del conocimiento de la directora la situación por lo que fue informada la jovencita sería suspendida únicamente 3 días lo cual considera no le satisface, pues se puso en riesgo la vida de su hijo.
«Mi niño está bien, pero duramos muchísimo tiempo en el hospital. Ingresamos a las 11 de la mañana y salimos hasta las 7:30 de la noche».
Lamentó que esta situación se esté presentando en la escuela, pues no se mantiene un orden por lo que exhortó a otros padres a estar atentos a lo que pasa con sus hijos, pues la dirección no les va a responder por la salud e integridad de los menores.
Recordó que el año pasado uno de sus hijos mantuvo una pelea con un compañero por lo cual estuvo a punto de ser expulsado de la escuela, sin embargo el poner en riesgo la salud de un alumno es considerado menos grave, por lo que pidió una sanción ejemplar para que los jóvenes vean que sí hay consecuencias.
Debido a esta situación, padre s de familia han externado que lamentablemente la escuela, que fue ejemplo hace años, hoy se tiene catalogada diferente y se ha conocido que en turno matutino algunos alumnos meten droga escondida en los lapiceros, cigarros electrónicos, cigarros y alcohol en termos y los maestros lo saben pero nadie hace nada.
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