Efraín Hernández/Plumas libres
Río Blanco .- Al afirmar que el actual gobierno estatal encabezado por Cuitláhuac García Jiménez, se ha caracterizado por abusos de autoridad, tráfico de influencias e inseguridad, lo que ha generado un creciente descontento entre los empresarios de Veracruz. José Antonio May González, representante legal de Comercializadora MAGA S.A. de C.V., manifestó su profundo rechazo hacia la gestión actual y su esperanza en José Francisco Yunes Zorrilla, candidato a la gubernatura por la alianza «Fuerza y Corazón por Veracruz».
May González subrayó que la situación en Veracruz es crítica, mencionando que su propia empresa ha sido gravemente afectada por las acciones del gobierno. Confía en que las irregularidades ocurridas en su bodega ubicada en Río Blanco serán reveladas y abordadas públicamente. «La situación es muy estresante porque el estado ha sido muy lento en la denuncia interpuesta y por tal razón recurrimos al fuero federal en donde encontramos un poco más de apoyo», dijo.
Aseveró que ante las intimidaciones que han sufrido sus empleados así como las arbitrariedades ascienden en pérdidas económicas en más de 15 millones de pesos, resultado de un allanamiento violento por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública. Además de los daños materiales, la operación de la empresa se detuvo durante dos años, afectando gravemente su crecimiento.
A pesar de las dificultades, Comercializadora MAGA ha mostrado una notable resiliencia, logrando abrir nuevas sucursales y generar empleo en la región en los últimos ocho meses. May González subrayo que, a pesar de los obstáculos, nunca abandonó Veracruz y ha continuado luchando para limpiar su nombre y reconstruir su negocio.
En ese mismo tenor el empresario también manifestó que el sector empresarial también sufre un profundo hartazgo hacia el gobierno morenista. «Nos prometieron un cambio y no cumplieron, pero el voto y la confianza están depositados en Pepe Yunes», agregó.
Puntualizó que la delincuencia y la corrupción dentro de los cuerpos de seguridad han incrementado la desconfianza de la ciudadanía. Proveedores y transportistas, víctimas de extorsiones constantes, también han expresado su desesperación y su deseo de un cambio verdadero.
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