De la Redacción
A la hora del cierre de casillas en la especial 4272 ubicada en Zaragoza esquina Mario Molina en los bajos del edificio Trigueros en el corazón del Centro Histórico de Veracruz algunos ciudadanos comenzaron a inconformarse y a gritos exigieron boletas para votar a ellos se unieron otros ciudadanos turistas que también querían sufragar; unas manifestantes advirtieron que quemarían las urnas sino les daban boletas y pedían que se anulara la casilla.
Desde la mañana de este domingo 2 de junio la casilla especial de los bajos del edificio Trigueros la 4272 especial se vio abarrotada de ciudadanos y durante todo el día, cada vez fueron más los votantes locales y foráneos que llegaron, incluso entre la 2 y las 5 de la tarde hubo un estimado de más de 600 personas haciendo fila y buscando una “ficha” o “número” para apartar su voto.
Al haber dado las 18 horas en la casilla todavía había muchas boletas para las cinco urnas, sin embargo algunos de los funcionarios de la casilla le comenzaron a decir a las personas que ya no había boletas, la gente salió de la fila y comenzó asomarse para verificar que ya no había boletas pero vieron que en las mesas había aun varias planillas de cada cargo a elegir.
Unas señoras entre sí empezaron a decir que no era justo que les negaran las boletas, y los gritos de “Queremos votar”, “Queremos votar” “Queremos votar” se escuchó cada vez se unían más personas al clamor “¿A quienes le van a dar esos votos?” “No es justo pasaron hace rato los del INE y nos dieron un número y ahora nos dicen que ya no”.
“Uno deja de trabajar para que nos digan que ya no”; decía una joven mujer. Alguien preguntó “¿Cuáles fueron las que se terminaron? Y otra señora respondió: “Las foráneas, las federales. Llamaron a uno de los funcionarios de casilla y le cuestionaron sobre porqué decían que ya no hay boletas cuando aun tenían en la mesa varias planillas les explicaron que ya las habían contado y solo eran 278 las que quedaban y había muchas más personas.
Los manifestantes se calentaron en sus ánimos y empezaron a gritar unas mujeres que sino les daban boletas iban a quemar las “cajas” (las urnas) o que se las llevarían y que sino les daban boletas debían anular las urnas. Un hombre enfadado gritó: “Son los Yunes los que no quieren darnos las boletas. Ustedes funcionarios de casilla son unos muertos de hambre de los Yunes. Su patrón los Yunes”; el hombre empezaba a mostrarse amenazante y las mujeres también empezaron a gritar consignas contra los Yunes decían.
El presidente de la casilla minutos antes había hablado con el jefe de un de un pelotón de la Guardia Nacional que estaba ahí a unos metros observando la escena pero no intervinieron cuando más caldeados se pusieron los ciudadanos; en la fila de voto todo seguía con normalidad, varios representantes de casilla se acercaron a hablar con los inconformes pero éstos no los escuchaban pues solo estaban gritando y alentando a otros a la protesta.
La falta de boletas se dio en todo el Estado y el INE no cumplió dentro de los tiempos oficiales de apertura.
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