Efraín Hernández
Plumas libres
Córdoba.- Con profunda devoción y un fervor palpable, la comunidad católica se congregó este jueves para celebrar a San Antonio de Padua, uno de los santos más queridos y venerados a nivel mundial. La jornada de conmemoración, que incluyó rezos, una procesión y una eucaristía, fue una manifestación de fe y tradición que unió a los fieles en un emotivo homenaje.
Cada 13 de junio, la Iglesia Católica recuerda a San Antonio de Padua, conocido por su capacidad de intercesión en momentos de necesidad. Los fieles de la comunidad le atribuyen numerosos milagros, acudiendo a él en busca de ayuda para encontrar objetos perdidos, en la búsqueda de pareja para el matrimonio y para aliviar enfermedades, entre ellas la celiaquía.
La celebración de este año comenzó puntualmente a las 17:00 horas, cuando un contingente de feligreses partió de la Rectoría de San Antonio de Padua. La procesión recorrió diversas zonas del Centro, destacando el área del mercado Revolución. Durante el recorrido, se pudo observar a los participantes rezando y cantando, reflejando la devoción y el respeto hacia el santo.
La procesión concluyó en la iglesia, donde los fieles se reunieron para participar en la misa oficiada por el padre Christian David Pizano Sánchez. La ceremonia religiosa fue el cierre perfecto para una jornada marcada por la espiritualidad y la unión comunitaria.
San Antonio de Padua, conocido como el «santo de los milagros», sigue siendo una figura central para los católicos de todo el mundo. Su legado de fe y servicio continúa inspirando a generaciones, recordando a todos la importancia de la devoción y la esperanza en tiempos de necesidad.
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