Pintura del Palacio Municipal de Córdoba se desprende a tres días de su rehabilitación

El titular de Obras Públicas también lamentó el hecho de que los ciudadanos no valoren el edificio público.

Efraín Hernández

Córdoba. – A pesar de haberse invertido 2 millones 400 mil pesos en la rehabilitación de la pintura de la fachada del Palacio Municipal, y apenas tres días después de su inauguración, ésta no resistió las fuertes lluvias que han azotado la ciudad, causando que comience a desprenderse.

El presidente municipal, Juan Martínez Flores, había anunciado a través de boletines informativos que personalmente había supervisado los trabajos de mantenimiento, resaltando la importancia de esta rehabilitación para la preservación del patrimonio histórico de la ciudad. Sin embargo, los pilares centrales del edificio ya muestran signos evidentes de deterioro, con la pintura plástica despegándose debido a las inclemencias del clima y otras condiciones ambientales.

Por su parte, el director de Obras Públicas, Abner Arturo Ceballos Lozano, aseguró que formalmente no han recibido aún la obra de rehabilitación de la pintura de la fachada del Palacio Municipal y que será entregada dentro de 15 días, como se había previsto.

Las autgoridades municipales se quejan que la gente la gente tiende a poner el pie, tirar chicle y apagar cigarrillos en las paredes recién pintadas.

 

“Seguimos a la espera de cumplir con el plazo que habíamos establecido, 15 días más para llevar a cabo todos estos retoques”, dijo.

Consciente de que la aplicación de la pintura podría tener estas consecuencias, expresó: “Es difícil calcular el proceso de curado y reparación, ya que no nos permite ver los detalles, pero una vez que rasquemos, pintemos y apliquemos la pintura, veremos si esta tiende a inflarse por la salinidad y la humedad”.

Afirmó que donde la pintura se desprenda, será necesario raspar de nuevo, reparar y volver a pintar. «Es un proceso que estará vigente durante las próximas semanas”, explicó.

El titular de Obras Públicas también lamentó el hecho de que los ciudadanos no valoren el edificio público, mencionando que la gente tiende a poner el pie, tirar chicle y apagar cigarrillos en las paredes recién pintadas.

“Creo que es un problema cultural. Será la gente la que decida si quiere mantener el edificio público, que es de todos los cordobeses, en las condiciones que nos gustaría verlo”, concluyó.

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