Efraín Hernández
Plumas libres
Fortín de las Flores.– Trabajadores del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Fortín alzaron la voz en contra de la directora de la institución, María Trinidad Puentes Esquivel, considerando una imposición injusta y coercitiva.
Según denuncian, los empleados están siendo obligados a vender 15 boletos cada uno para recaudar fondos destinados a la compra de un ultrasonido para la unidad médica del DIF.
Los trabajadores afirman que, de no lograr vender los boletos, el costo total de los mismos será descontado directamente de sus nóminas. Esta situación ha generado gran descontento entre el personal, quienes se sienten presionados y explotados. Insisten en que si la unidad médica finalmente adquiere el ultrasonido, será gracias a su esfuerzo y no a la gestión de la directora del DIF ni del presidente municipal.
«Queremos que todos los fortinenses sepan que estamos siendo obligados a vender estos boletos, y si no los vendemos, nos descontarán el dinero de nuestros sueldos,» expresó uno de los empleados afectados, quien prefirió permanecer en el anonimato por temor a represalias.
Así mismo dijeron que es injusto que quieran que carguen con la responsabilidad cuando el dinero del kiosco debería ser suficiente para cubrir estos gastos, «Sin embargo no es así ya que lo que genera el restaurante es la caja chica del Ayuntamiento «, añadió la fuente consultada.
Además, los trabajadores han criticado duramente la gestión de Trinidad Puentes, a quien acusan de inepta y sin la preparación necesaria para dirigir el DIF. «La unidad médica necesita un ultrasonido, pero no es la manera de obligarnos a nosotros a vender los boletos de Nelson Kanzela , tampoco tenemos la culpa que la gente esté molesta con la actual administración «, concluyó una trabajadora quien pidió omitir sus generales.
Los empleados acusan a la presidenta del DIF Municipal María Trinidad Puentes y a su esposo el alcalde morenista Gerardo Rosales de desviar recursos del ayuntamiento a sus negocios, mientras que el municipio luce abandonado.
En Fortín, ya no hay flores por ningún lado, no existe introducción de drenaje en las colonias, no hay pavimientación y tampoco se resuelve el grave problema de escasez de agua que ya enfrentan, dijeron, por lo que no están de acuerdo que sean los empleados los que tengan que financiar la compra de un equipo…
Piden a la legislatura del Estado su intervención para que auditen la administración de Gerardo Rosales y su esposa.
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