El Instituto Veracruzano del Deporte IVD, bastión financiero de Zenyazen Escobar, será sujeto a una auditoría técnica para esclarecer la corrupción que ahí se ha señalado.
Dependiente de la Secretaría de Educación de Veracruz SEV, el IVD dejó de servir como instituto de apoyo a jóvenes promesas del deporte para convertirse en un club privado al servicio de familiares y correligionarios de Zenyazen Escobar.
Dentro de las propuestas de auditoría para la entrega-recepción con el próximo gobierno, la siguiente Secretaria de Educación Claudia Tello deberá recibir una dependencia con total transparencia y con pleno conocimiento de los activos y pasivos que deja esta administración.
Entre los señalamientos que hay sobre el IVD con injerencia directa de Zenyazen Escobar, están las remodelaciones sin licitación y la administración de los recintos, a cargo de las hermanas Carreón García, sobrinas de Zenyazen.
Se hace referencia de que un grupo de trabajadores del IVD que laboran en el edificio del deportivo «Leyes de Reforma» en el puerto de Veracruz, fueron amenazados luego de acusar que quien los amedrenta es Carlos Duval Cortés, quien además de ser el encargado de mantenimiento, es el esposo de la jefa de Recursos Humanos, Yssa María Carreón García, sobrina de Zenyazen.
«Tanto Yssa María como su hermana Thaeliz Carreón -segun denuncio Lulú Reportera-, presumen de la impunidad que les da el ser sobrinas de Zenyazen García, el exsecretario de Educación de Veracruz, a quien señalan de mandar a golpear a todo aquel que no acceda a las órdenes de las hermanitas».

Los trabajadores aseguran que las instalaciones de Leyes de Reforma son rentadas sin reportar esos ingresos a la Tesorería estatal y que las hermanas Yssa María y Thaeliz operan las remodelaciones de los diferentes edificios que tiene el IVD.
El primer edificio remodelado fue el Gimnasio de las Vegas y no contrataron empresa externa para este fin, sino que obligaron a los trabajadores a realizar la remodelación, pero eso sí, la facturaron.
“La señora Thaeliz fue la encargada de facturar dicha remodelación simulando la contratación de una empresa para desviar el recurso que se había otorgado para dicha remodelación”. Señalan. Ahora administran directamente entradas, rentas y pagos.
La segunda remodelación es la del Bolerama que está a un costado del Estadio Beto Ávila y que está a cargo de Thaeliz Carreón y Carlos Duval y obligan al personal de mantenimiento, becarios y deportivos a trabajar en la remodelación.
No hubo convocatoria ni licitación, pero también simularon la contratación de una empresa fachada para sacar el recurso y reportarlo con el exsecretario de Educación. La empresa no se presenta, quienes tienen que terminar son los trabajadores del IVD.
Y dijeron que tienen temor porque las hermanas son violentas y temen que les manden al tío rufián con su bola de golpeadores. Y que a ver si el gobernador hace algo, ante la impunidad de Zenyazen, quien ya no tendría por qué figurar en esta administración, Pero lo sigue haciendo.
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