Túneles naturales en la Luna

El subsuelo es la mejor ubicación para las bases lunares, y poder aprovechar túneles naturales en la Luna facilitaría mucho el trabajo de construcción. (Imagen: NASA HMP / Pascal Lee)

Durante más de medio siglo se ha debatido si en la Luna existen o no túneles extensos del tipo conocido técnicamente como “tubos de lava”, excavados en un pasado lejano por flujos de lava volcánica a poca profundidad bajo la superficie lunar, tal como existen en la Tierra. Esas cavernas naturales muy largas podrían ser adecuadas para la construcción de bases en su interior, ya que proporcionarían a sus inquilinos protección contra los frecuentes impactos de meteoritos en la Luna, así como la lluvia solar y cósmica de radiación de alta energía y de partículas también muy energéticas, muchísimo más intensa que la que alcanza la superficie terrestre, por no hablar de las temperaturas extremas.

En la superficie de la Luna, por ejemplo, las temperaturas diurnas superan a menudo los 100 grados centígrados y descienden drásticamente por debajo de los 150 bajo cero por la noche, mientras que los túneles aislados podrían proporcionar un entorno estable no muy por debajo ni muy por encima de los 0 grados, o sea comparable al abanico de temperaturas aceptables o tolerables por el ser humano en zonas pobladas de la Tierra. La temperatura en esos túneles lunares haría mucho más fácil el mantener climatizados los habitáculos construidos en su interior, en comparación con emplazarlos sobre la superficie lunar.

En los últimos 50 años, se ha tendido a creer que sí hay túneles naturales en la Luna, pero lo cierto es que no se han hallado pruebas lo bastante concluyentes de ello, hasta ahora. Un nuevo estudio parece aportar las evidencias más contundentes al respecto de entre todas las presentadas hasta ahora.

El estudio es obra de un equipo internacional integrado, entre otros, por Lorenzo Bruzzone y Leonardo Carrer, ambos de la Universidad de Trento en Italia.

Concretamente, el equipo de investigación ha determinado la existencia de uno de esos túneles en una ubicación concreta de la superficie lunar, dentro de la región conocida como Mar de la Tranquilidad (Mare Tranquilitatis).

La sonda espacial LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter), una nave de la NASA que lleva 15 años en órbita a la Luna, observando su superficie, hizo en 2010 una interesante observación mediante su instrumento Mini-RF (Miniature Radio-Frequency). Concretamente, captó un pozo en un punto del Mar de la Tranquilidad.

Bruzzone, Carrer y sus colegas reanalizaron recientemente esos datos mediante técnicas de procesamiento desarrolladas por ellos. Y han detectado reflexiones de radar en la zona del pozo que se explican mejor por la presencia de un túnel, al cual se podría acceder por el pozo.

Este descubrimiento proporciona la primera evidencia directa de un túnel natural, excavado por la lava en el subsuelo lunar, y accesible desde la superficie.

El estudio se titula “Radar Evidence of an Accessible Cave Conduit below the Mare Tranquillitatis Pit”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Astronomy. (Fuente: NCYT de Amazings)

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