Efraín Hernández
Plumas libres
Orizaba. – En 2021, la diputada local Itzel López prometió un seguimiento riguroso del presupuesto participativo y la implementación de mesas ciudadanas en las cabeceras de Orizaba, Ixtaczoquitlán, Atzacan y Fortín. A pesar de estos compromisos, dichas acciones nunca se concretaron y se quedaron en el tintero.
Tres años después, la ciudadanía y los municipios afectados aún esperan la materialización de estas propuestas. La percepción general es que la legisladora ha enfocado su gestión más en su proyección personal y en la contratación de su esposo, Alberto Flores, como secretario particular, que en cumplir con los compromisos asumidos con sus electores.
La población y los ayuntamientos se quedaron esperando la propuesta de la congresista local Itzel López, que sólo llegó a la curul para realzar su vida de glamour y estar levantando el dedo para que sean aprobados los caprichos del gobernador Cuitláhuac, sin preocuparse realmente por los ciudadanos que en las urnas en 2021 le dieron su confianza para que los representara en el Congreso del Estado.
Cabe señalar que en el municipio de Fortín, cuando andaba en busca del voto popular, se comprometió a vigilar de cerca cómo iba a cerrar la administración en ese tiempo presidida por Antonio Mansur Oviedo, cosas que nunca hizo y solapó la corrupción entre Mansur y Gerardo Rosales Victoria.
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