Juan Martínez poblano, intentó 4 veces ser alcalde de Córdoba, cuando lo logra por Morena, abandona al municipio y se enriquece

El poblano alcalde de Córdoba, buscó en 4 ocasiones ser alcalde por diversos organismos, ahora que llegó por Morena, tira todo por la borda, pero se hace rico

Córdoba, Ver.- Una vez más, Córdoba es testigo de las maniobras políticas de Juan Martínez Flores, un personaje cuya carrera esta marcada por el oportunismo y las traiciones. Originario de San Gabriel Chilac, Puebla, y avecindado en Córdoba, Veracruz, este político cambió en cuatro ocasiones hacerse con la presidencia municipal, cambiando de partido según le convenía.

En 1988, bajo la bandera del Partido Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN), Martínez Flores aprovechó la confusión para engañar al electorado, haciéndoles creer que representaba a Cuauhtémoc Cárdenas. Sin embargo, su intento de colarse en el movimiento fue frustrado cuando fue retirado del templete a empujones.

En el 2000, se postuló como candidato a diputado local por el PRD, pero sin hacer campaña alguna, quedándose con las prerrogativas mientras los militantes desconfiaban de él. Cuatro años más tarde, intentó nuevamente alcanzar la alcaldía con el Partido Revolucionario Veracruzano, respaldado por 5 millones de pesos y el apoyo gubernamental, pero sin éxito.

En 2017, se presentó bajo la bandera de MORENA y el Partido del Trabajo, pero la falta de unidad y una guerra sucia interna lo dejaron en segundo lugar. A pesar de ello, en 2018 logró un escaño en la Cámara de Diputados Federal, gracias al efecto AMLO, pero su paso por la legislatura fue más que discreto, mediocre y se concentró en levantar los dedos ante todas las iniciativas presentadas por el gobierno federal.

Finalmente, en 2021, tras ser nuevamente postulado por MORENA, PT y el Partido Verde, alcanzó la presidencia municipal de Córdoba con apenas el 39% de los votos, un triunfo que, una vez más, le debe a la influencia de AMLO. No obstante, su gestión ha estado marcada por el abandono de las colonias populares, la inseguridad creciente y un nepotismo descarado, colocando a su familia y allegados en la nómina del ayuntamiento. También se destaca su enriquecimiento inexplicable.

Además, sus operadores políticos en la última elección fueron asesinados, y hoy Martínez Flores guarda silencio, mostrando una vez más su deslealtad hacia aquellos que le ayudaron a alcanzar el poder. Mientras él disfruta de un salario ostentoso de cerca de 150 mil pesos mensuales, se pasea por México y el mundo y usa los recursos públicos para mantener en la nómina a sus íntimas, a sus hijos, y saca provecho de la mayor parte de las ferias, obras que entrega su administración pues lo acusan de pedir porcentaje en cada asignación. 

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