frazz Balcázar/ Plumas libres
Totutla.- Una vez más, la presidenta municipal de Totutla, Nora Acosta Gamboa, recurre a sus viejas tácticas para consolidar su poder, esta vez impulsando a su hija, Nora Monserrat Rincón Acosta, bajo el pretexto de supervisar las obras del municipio. Sin embargo, para muchos ciudadanos, estas aparentes inspecciones no son más que una fachada para obtener el visto bueno que permita a su hija asumir el cargo.
La indignación de los habitantes de la localidad crece día a día, ya que perciben que la alcaldesa está decidida a perpetuar el control familiar sobre la administración municipal. Este descontento se agrava con la sospecha de que Ubaldo Odilón Pérez Vallejo, el tesorero municipal, está maniobrando para encubrir los presuntos desvíos de recursos que han beneficiado económicamente a la presidenta, y las irregularidades cometidas para financiar la futura campaña de su hija.
Además, la ciudadanía denunció que cuando Patrocinio Cisneros, conocido como «El Bola 8», estaba en funciones, las autoridades municipales de Totutla utilizaron fondos públicos en gasolina, pintas de bardas y publicidad a favor del exsecretario de gobierno, desviando recursos que deberían haberse destinado al bienestar de la comunidad.
Ahora, si el Partido Verde selecciona a Totutla como municipio a representar por equidad de género, Acosta Gamboa podría consolidar su plan de transferir el mando a su hija, dejando la puerta abierta para que continúen los desvíos y la corrupción que han caracterizado su gestión. La decisión, sin embargo, recaerá en la población, que se enfrenta a la disyuntiva de permitir que esta dinastía continúe o buscar un cambio en la administración municipal.
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