De la redacción
Plumaslibres
Fortín de las Flores.- El presidente municipal de Fortín, Gerardo Rosales Victoria, sigue acumulando señalamientos de abuso de poder y corrupción. Además de despedir a cinco enfermeras del DIF municipal para evitar el pago de sus indemnizaciones, se ha denunciado que el edil y su círculo cercano estarían aprovechándose de los recursos públicos para su enriquecimiento personal.
A esto se suma el hecho de que, diversas fuentes al interior del gobierno municipal han señalado, que el morenista ha colocado a sus «amiguitas» y a las de otros funcionarios en puestos clave de la presidencia municipal, ocupando cargos como secretarias y asistentes, sin tener la preparación necesaria. Mientras tanto, las enfermeras despedidas siguen sin recibir su finiquito, mientras el gobierno de Morena evade responsabilidades.
Es de mencionar que las enfermeras, fueron contratadas originalmente por la directora del DIF, María Trinidad Puentes Esquivel, sin embargo a finales del mes de julio fueron víctimas de esta política de recortes, quedando en el limbo laboral y sin recibir hasta el momento su finiquito correspondiente.
Además de esta situación, el personal despedido señala que fueron obligadas a vender boletos de una rifa, supuestamente destinada a recaudar fondos para apoyar a personas en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, hasta ahora no se ha informado oficialmente sobre el uso de ese recurso.
Mientras tanto, crecen los rumores de que el alcalde Rosales Victoria está más enfocado en inaugurar una residencia personal que presuntamente fue construida con recursos municipales, desatando aún más críticas sobre su gestión y las prioridades que ha establecido para el municipio.
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