Efrazz Hdzb/ Córdoba.- Una vez más, la administración de Juan Martínez Flores evidencia que se está desmoronando por sí sola. Mientras el gobierno municipal enfrenta serios problemas, como la dispersión errónea de los pagos que afectó a cientos de empleados, dos de los funcionarios clave, Lucero Loyo Pérez, Directora de Recursos Humanos, y Rafael, Jácome Salazar, de la Dirección de Obra Pública, se toman el lujo de relajarse de salir en horario de trabajo.
Este tipo de actitudes en el equipo del alcalde poblano de Córdoba solo intensifican la crisis en una gestión que ya muestra fracturas importantes. La quincena pasada, numerosos trabajadores del Ayuntamiento recibieron su salario incompleto, mientras que a quienes se les depositó de más, se les exigió devolver el dinero sin ningún comprobante que justificara la devolución. Este tipo de fallos, que parecen más bien deliberados, generan dudas sobre el destino final de esos recursos.
El hecho de que en plena jornada laboral, en un vehículo oficial, ambos empleados abandonaran el Palacio Municipal para ir a desayunar, refleja el nivel de desorganización que impera en esta gestión. La historia de «Rafa», el jefe de licencias de Obras Públicas, parece ser solo el inicio de lo que podría ser una trama de corrupción más profunda, aún por descubrirse.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Juan Martínez Flores sigue derrumbándose, arrastrado por sus propios errores y la falta de compromiso de su personal.
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