Efrazz Hdzb
Cordóba, Ver.- Mientras miles de cordobeses enfrentaran más de 72 horas sin agua potable debido a la ruptura del acueducto de Nogales, el presidente municipal Juan Martínez Flores, mostró su preocupación en abastecer su clínica privada Santa Elena ubicada en la avenida 9 atrás del IMSS ubicado entre la calle 1 y 2.

En lugar de mostrar solidaridad con los afectados, el alcalde morenista envió pipas de Hidrosistema para asegurar el suministro de su establecimiento médico, dejando a los habitantes sin acceso al vital líquido.
A pesar de la gravedad del problema, que podría costar más de 400 mil pesos en reparaciones, el alcalde se mostró sonriente y despreocupado en un recorrido por la zona del incidente.
Ante esa situación el departamento de Comunicación Social emitió tres comunicados en el que intentan dar la impresión de una gestión preocupada. Sin embargo, las imágenes del edil en el lugar, acompañado del contralor y su asesor Antonio Hernández, pintan un panorama diferente: un líder que se burla de la situación mientras los ciudadanos sufren la falta de agua.
La administración municipal, en su comunicado “mejorado”, pues la mayoría están mal redactados y con faltas de ortografía, informa que el desabasto podría extenderse entre 48 y 72 horas. Mientras tanto, la frustración de los habitantes aumenta, cuestionando las prioridades del alcalde y su capacidad para atender las verdaderas necesidades de la población pues primero sus negocios, luego los problemas de los cordobeses.
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