Por Manuela V. Carmona/
Orizaba, Ver.- La Laguna del Chirimoyo, un importante ecosistema para la flora y fauna de la región, aún enfrenta las consecuencias de la intensa sequía que sufrió y los trabajos de limpieza realizados por el ayuntamiento de Orizaba, pues a pesar de los esfuerzos de recuperación, solo el 40 por ciento de las especies que habitaban este humedal han logrado regresar, así lo informó Laura Bonilla Ruiz, coordinadora voluntaria del Programa de Aves Urbanas de Orizaba.
La bióloga explicó que la sequía y los trabajos de limpieza, que incluyeron el retiro de maleza, tuvieron un impacto negativo en la biodiversidad de la laguna.
Muchas especies, como los zambullidores, no pudieron adaptarse a las nuevas condiciones y desaparecieron, mientras que otros organismos, como reptiles y anfibios, sufrieron las consecuencias de la pérdida de su hábitat y la utilización de herramientas inadecuadas para la limpieza. Bonilla Ruiz enfatizó la importancia de realizar trabajos de conservación de manera adecuada, evitando dañar el ecosistema y sus habitantes. «Hace falta conocimiento para cuidar las especies y aquí lo que se debió hacer fue únicamente retirar la basura, no la maleza», señaló.
Durante el reciente «Festival de Aves del Chirimoyo«, celebrado en el marco del Día Mundial de las Aves Migratorias, se presentó la primera etapa de la Guía de las Aves del Chirimoyo, un valioso recurso que permitirá a los visitantes identificar las 172 especies de aves registradas en la zona, por lo que Bonilla Ruiz destacó la importancia de concientizar a la población sobre la necesidad de cuidar este ecosistema y sus habitantes. Finalmente reiteró que a pesar de los desafíos, la Laguna del Chirimoyo sigue siendo un lugar de gran importancia para la conservación de la biodiversidad, por lo que con el apoyo de la comunidad y las autoridades, se espera que este ecosistema pueda recuperarse por completo y seguir siendo un hogar para numerosas especies de aves y otros animales.
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