De la redacción
Córdoba.- El presidente municipal de Córdoba, Juan Martínez Flores, vuelve a incumplir con su palabra al no finiquitar a ex empleados que fueron retirados de sus funciones por incapacidad. Pese a la promesa de resolver su situación, el alcalde ha evitado dar la cara y, peor aún, los afectados han sido reprendidos por acudir a los medios de comunicación para denunciar su caso.
Uno de los ex empleados, que prefirió mantenerse en el anonimato, denunció que la titular de Recursos Humanos, Lucero Loyo, ha tomado represalias contra ellos. Según su testimonio, les han acusado de perjudicar su propio proceso al hacer público su caso, bajo el pretexto de que «no hay dinero». Los afectados, que ya habían perdido su seguro social, esencial para su condición, ven cada vez más lejana la posibilidad de recibir su finiquito.
Después del 16 de septiembre, Recursos Humanos les informó de manera individual que dejarían de percibir su salario, supuestamente tras detectar una irregularidad en una auditoría externa. Sin embargo, el pago que ahora se les niega había sido otorgado por administraciones anteriores durante años, lo que genera dudas sobre las verdaderas intenciones del gobierno municipal actual.
El caso más preocupante es el de un ex empleado que sufrió una agresión mientras trabajaba como guardia de seguridad. El IMSS agravó su salud por negligencia, y aunque recibió apoyo en administraciones pasadas para hacer valer sus derechos, ahora, tras 16 años, las autoridades locales deciden que el apoyo era «irregular».
A los afectados se les ofreció una liquidación de 4,500 pesos, una cifra irrisoria, que fue retirada en represalia por haber expuesto públicamente su situación. Lucero Loyo les advirtió que debían esperar a ser demandados, dejando en claro el poco interés de la administración de Juan Martínez en resolver el conflicto.
Para agravar la situación, la Dirección de Comunicación Social, encabezada por Karla Aquino Silvestre, ha intentado maquillar los hechos presentando una imagen falsa, afirmando que «Córdoba está renaciendo». Sin embargo, la realidad en el ayuntamiento es muy distinta, con una administración que continúa engañando a los cordobeses y ocultando las condiciones de descontento y abandono que enfrentan quienes alguna vez formaron parte de su plantilla laboral.
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