De la redacción
Orizaba.- Al termino de una sesión de cabildo de la semana pasada, Juan Manuel Diez Franco, presidente municipal de Orizaba, fue acusado de amenazar y denigrar a una reportera, a quien llamó «mentirosa» mientras ella realizaba su labor informativa. El hecho ha generado indignación, especialmente entre activistas como Manuel Molina Gómez, presidente del Centro de Investigación, Difusión e Implementación sobre Asociaciones Civiles (CIDIAC), quien calificó la actitud del alcalde como misógina y un abuso de poder.
Molina Gómez señaló que el comportamiento del mandatario municipal es inadmisible y representa un claro ataque hacia la labor periodística. «Aunque sea critica e incómoda, sigue siendo una mujer y una profesional que fue vulnerada y amenazada públicamente por cumplir con su trabajo», expresó el activista.
Además, el representante de CIDIAC lamentó que la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) y las asociaciones de periodistas de Córdoba y Orizaba no se hayan pronunciado al respecto. «Su silencio es una muestra de cobardía. Están fallándole a quienes deberían proteger y defender», criticó.
El activista también arremetió contra los reporteros presentes durante la entrevista, acusándolos de encubrir al edil. «Esos comunicadores están billeteados por Diez Franco, solapándole toda su red de corrupción», afirmó. Aseguró que su pasividad no solo perjudica a la reportera afectada, sino que debilita la libertad de expresión en la región.
Lo sucedido pone en evidencia la falta de apoyo a los comunicadores en Orizaba y el creciente poder autoritario de Juan Manuel Diez Franco. A pesar de las denuncias, las agresiones hacia la prensa parecen quedar en el olvido, mientras las asociaciones que deben de vigilar a los periodistas siguen sin tomar acciones concretas.
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