Por: Jeremías Trejo González.
La frase «la 4T es diferente» se ha convertido en un mantra repetido hasta el cansancio. Sin embargo, en Coatzacoalcos, Veracruz, la realidad parece contradecir la retórica. La sombra de la corrupción se cierne sobre el ayuntamiento, manchando la imagen del partido MORENA y empañando el discurso de la transformación.
El caso de la financiera clandestina que opera bajo el amparo del presidente municipal, Amado Jesús Cruz Malpica, es un claro ejemplo de la hipocresía que se vive en la ciudad. La directora de Participación Ciudadana, Tania Pamela Mijares Díaz, ahijada del alcalde, se ha convertido en la figura central de esta red de préstamos ilegales que se nutre de las arcas municipales.
Mientras las escuelas carecen de recursos, las calles se llenan de baches, la seguridad pública es un espejismo y la atención médica brilla por su ausencia, el ayuntamiento se dedica a prestar dinero del pueblo a sus propios ciudadanos, bajo la promesa de un supuesto beneficio. Esta práctica, que comenzó durante la campaña política pasada, no es más que una estrategia para ganar votos a través de la manipulación y la demagogia.
Ahora, los ciudadanos que se vieron tentados por estos préstamos «solidarios» se encuentran en la obligación de pagar intereses exorbitantes a un grupo de trabajadores del ayuntamiento, quienes se dedican a cobrar en las colonias con una impunidad asombrosa.
Es inaceptable que el ayuntamiento de Coatzacoalcos, supuestamente comprometido con la transparencia y la honestidad, se dedique a operar un negocio financiero particular, utilizando recursos públicos para enriquecer a allegados del alcalde.
Este tipo de anomalías, que se perpetran bajo la sombra de la 4T, son reprobables y atentan contra los principios de la transformación que tanto se pregonan.
La nueva gobernadora, Rocío Nahle García, debe tomar cartas en el asunto. Una auditoría al ayuntamiento de Coatzacoalcos es imperante para esclarecer este escándalo y poner fin a la corrupción que impera en la ciudad.
Es necesario que el alcalde Cruz Malpica rinda cuentas por estos negocios financieros que, sin duda, desprestigian a MORENA y al segundo piso de la 4T. La corrupción no tiene cabida en un gobierno que se dice honesto y transparente.
La ciudadanía de Coatzacoalcos merece un gobierno que trabaje por su bienestar, no que se aproveche de su necesidad.
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