Por: Jeremías Trejo González
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Coatzacoalcos se encuentra en un estado de agonía. La ineficiencia de la dirigencia actual, encabezada por Octavio Sen Ávila y Carmen Ortigoza, ha llevado al partido a un punto de no retorno.
Si el PRI ya estaba «casi muerto» con Matías Pacheco al frente, la llegada de Sen Ávila le dio el «tiro de gracia». La inexperiencia y la falta de interés de la dirigencia actual no han logrado levantar los seccionales, que son la «columna vertebral» del partido.
Octavio Sen Ávila, con su «actitud antisocial», ha «desanimado» a los militantes del PRI. Su falta de atención y su «fuchi» a las visitas de los militantes han generado un clima de desconfianza y de «desánimo» en el partido.
Es hora de un cambio radical en la dirigencia del PRI de Coatzacoalcos. Juan Pablo Sosa, un político experimentado y con «carisma», podría ser la persona indicada para «resucitar» al partido.
Sosa, con su capacidad para «atender» a los militantes, podría «levantar» los seccionales y «conformar» promotores sociales, lo que le daría al PRI la «fuerza» que necesita para «competir» en las elecciones del 2025.
El futuro del PRI de Coatzacoalcos depende de un cambio de rumbo. Si el partido no «reacciona» a tiempo, su «agonía» se convertirá en «muerte».
Es hora de que el PRI de Coatzacoalcos «despierte» y se prepare para el futuro. Es hora de que el partido «retome» su papel como fuerza política en la ciudad. Es hora de que el PRI de Coatzacoalcos «vuelva a ser» un partido «fuerte» y «competitivo».
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