¿Podremos borrar recuerdos selectivamente en el futuro?

Los avances en neurociencia están acercándonos a la posibilidad de manipular recuerdos de manera precisa.
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La idea de borrar recuerdos selectivamente ha sido un tema recurrente en la ciencia ficción, desde películas como Eternal Sunshine of the Spotless Mind hasta libros que exploran el poder de la memoria en nuestras vidas. Sin embargo, ¿podría esta tecnología convertirse en una realidad científica? Los avances en neurociencia están acercándonos a la posibilidad de manipular recuerdos de manera precisa, pero esta perspectiva plantea interrogantes científicos, éticos y filosóficos.

¿Cómo se forman y almacenan los recuerdos?

Para entender cómo borrar recuerdos, es crucial conocer cómo se forman y almacenan:

  1. Codificación: Cuando experimentamos algo, el cerebro codifica esta información en conexiones neuronales.
  2. Consolidación: Los recuerdos se fortalecen mediante procesos como la repetición y el sueño. Esto los convierte en recuerdos de largo plazo almacenados principalmente en el hipocampo y la corteza.
  3. Recuperación: La evocación de un recuerdo reactiva estas conexiones.

¿Es posible borrar recuerdos? El estado actual de la ciencia

Eliminar recuerdos selectivamente ya no es solo una fantasía. Varios estudios han mostrado avances prometedores:

1. Terapia con propranolol

El propranolol, un betabloqueante, se ha investigado como un medio para atenuar los recuerdos traumáticos. Al administrarlo poco después de un evento traumático, puede reducir la intensidad emocional asociada al recuerdo. Esto no borra el recuerdo, pero disminuye su impacto.

2. Manipulación con láser y optogenética

En 2014, científicos del MIT lograron borrar recuerdos específicos en ratones utilizando técnicas de optogenética. Este método implica el uso de luz para activar o desactivar neuronas relacionadas con un recuerdo específico.

3. Edición de genes con CRISPR

Se ha propuesto que la edición genética podría alterar proteínas clave involucradas en la formación de recuerdos, como la PKMζ, que desempeña un papel en la persistencia de la memoria.

4. Estimulación cerebral profunda (DBS)

En pacientes con trastorno de estrés postraumático (TEPT), la estimulación cerebral dirigida podría interrumpir circuitos neuronales específicos y modificar la forma en que los recuerdos traumáticos son procesados.

¿Por qué querríamos borrar recuerdos?

Las aplicaciones potenciales de esta tecnología son variadas, pero también controvertidas:

  • Trauma y estrés postraumático: Ayudar a quienes han sufrido eventos traumáticos a superar el impacto psicológico.
  • Fobias y adicciones: Eliminar recuerdos asociados con estímulos negativos o conductas adictivas.
  • Superación personal: Dejar atrás recuerdos dolorosos que dificultan el bienestar emocional.

Sin embargo, la memoria también desempeña un papel fundamental en la identidad y el aprendizaje, lo que hace que su manipulación sea un arma de doble filo.

Desafíos éticos y filosóficos

La posibilidad de borrar recuerdos plantea preguntas profundas:

  • ¿Qué define nuestra identidad? Nuestros recuerdos forman parte esencial de quiénes somos. ¿Eliminar recuerdos alteraría nuestra personalidad?
  • ¿Quién decide qué borrar? ¿Será decisión del individuo, o podrían gobiernos y empresas abusar de esta tecnología?
  • Consecuencias no deseadas: Borrar un recuerdo podría afectar otros eventos conectados emocional o contextualmente, alterando redes neuronales más amplias.

¿Cuánto falta para esta tecnología?

Aunque los avances son prometedores, todavía estamos lejos de una tecnología segura y confiable para borrar recuerdos en humanos. Los experimentos actuales se centran en animales y en casos muy específicos de seres humanos con patologías graves.

Se necesitarán décadas de investigación adicional para garantizar que los métodos sean precisos, reversibles y éticamente aceptables.

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