Gracias a una técnica revolucionaria basada en un avanzado procesamiento informático de imágenes, unos astrónomos han logrado detectar, en fotografías tomadas por el telescopio espacial James Webb, objetos de unas pocas decenas de metros de diámetro en el cinturón principal de asteroides, situado entre la órbita de Marte (a unos 230 millones de kilómetros del Sol) y la de Júpiter (a unos 780 millones).
La mayoría de los asteroides conocidos orbitan en este cinturón de asteroides. Se calcula que el cinturón contiene entre 1,1 y 1,9 millones de asteroides de más de 1 kilómetro de diámetro y millones de asteroides más pequeños. En una etapa temprana de la historia del sistema solar, la gravedad del recién formado Júpiter puso fin a la formación de cuerpos planetarios en esta región y provocó que los pequeños cuerpos de esa franja orbital colisionaran entre sí, fragmentándose en los asteroides que observamos hoy en día.
Se calcula que el asteroide que extinguió a los dinosaurios tenía unos 10 kilómetros de diámetro. Estadísticamente, se estima que un astro tan grande solo choca con la Tierra en raras ocasiones, una vez cada 100 millones de años o cada 500 millones. En cambio, asteroides mucho más pequeños, de tan solo varias decenas de metros, pueden chocar con la Tierra con más frecuencia, una vez cada pocos años. Se sabe que es más probable que estas rocas espaciales de decenas de metros escapen del cinturón principal de asteroides y migren hacia zonas más próximas al Sol, convirtiéndose algunos de ellos en vecinos de la Tierra y pudiendo acercarse peligrosamente a ella. Si caen, estas rocas espaciales más veloces que una bala pueden devastar regiones enteras, como sucedió con el impacto de 1908 en Tunguska, Siberia, y con el asteroide de 2013 que se deshizo en el cielo sobre la ciudad rusa de Cheliábinsk.
Con su nueva técnica, el equipo internacional integrado, entre otros, por Julien de Wit y Artem Burdanov, ambos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, y Emmanuel Jehin, de la Universidad de Lieja en Bélgica, han conseguido detectar en el cinturón principal de asteroides 138 cuerpos con diámetros de decenas de metros, más pequeños que cualquier otro cuerpo detectado allí.
Hasta ahora, los asteroides más pequeños que era posible discernir allí debían tener al menos alrededor de un kilómetro de diámetro. Con la nueva técnica, es factible detectar en el cinturón asteroidal principal asteroides tan pequeños como de 10 metros de diámetro.
Este logro es de gran importancia no solo para la astronomía sino también para la defensa planetaria. La técnica será de gran ayuda para identificar y rastrear los asteroides susceptibles de acercarse peligrosamente a la Tierra.
De esta primera serie de 138 cuerpos detectados, los investigadores sospechan que varios pueden acabar pasando muy cerca de la Tierra.
De Wit y sus colegas exponen los detalles técnicos de su descubrimiento de estos 138 cuerpos y del método empleado, en la revista académica Nature, bajo el título “JWST sighting of decameter main-belt asteroids and view on meteorite sources”.
El telescopio espacial James Webb es fruto de una colaboración internacional encabezada por la NASA, la ESA y la CSA, respectivamente las agencias espaciales estadounidense, europea y canadiense. (Fuente: NCYT de Amazings)
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