Efraín Hernández
Zongolica.- En medio de un ambiente de profundo dolor, Tepenacaxtla, comunidad enclavada en la sierra de Zongolica, despidió este miércoles al exalcalde y exdiputado federal Benito Aguas Atlahua, asesinado a balazos el pasado lunes. Entre lágrimas y consternación, familiares, amigos y compañeros de lucha política se reunieron para darle cristiana sepultura.
La procesión, marcada por el llanto de los presentes, recorrió las calles empedradas del lugar donde Benito creció, dejando tras de sí un eco de tristeza y pesar. Su féretro, adornado con flores blancas, símbolo de la pureza y el respeto, fue cargado por sus seres queridos hasta el panteón del pueblo, donde reposará para la eternidad junto a la tumba de su padre.
El dolor de la pérdida fue palpable. Al pie de su sepulcro, el sonido de rezos se mezclaba con los sollozos de quienes recordaban a Benito como un hombre cercano, comprometido con su gente y con la región que representó en su trayectoria política bajo las siglas del Partido Verde Ecologista de México.
La comunidad de Tepenacaxtla, sumida en la tristeza, despidió no solo a un líder, sino a un hijo, amigo y vecino. Su partida violenta deja un vacío difícil de llenar y un clamor de justicia que resuena en cada rincón de Zongolica.
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