Efraín Hernández
Córdoba, Ver.- La muerte de una bebé recién nacida ha generado indignación entre familiares y la comunidad, quienes acusan al Hospital Civil Yanga de presunta negligencia médica. Alegan que la falta de atención adecuada fue determinante en el trágico desenlace.
Una joven de 22 años ingresó al centro de salud el sábado 25 de enero debido a intensos dolores causados por una infección. En ese momento, fue atendida por la doctora Ericka Sánchez Morán, quien no evaluó correctamente a la paciente y únicamente le recetó medicamentos para la presión arterial, permitiéndole regresar a casa pese a la gravedad de su estado.
Al día siguiente, la joven regresó al nosocomio tras el agravamiento de su condición. En esta ocasión, fue revisada por la doctora Frida Rojas Pacheco, pero los familiares aseguran que la atención brindada no fue oportuna. Finalmente, el lunes 27, a las 5:00 a.m., la afectada, identificada como «E», acudió nuevamente con dolores severos y señales de complicaciones en su embarazo. Desde las 7:00 de la mañana, las enfermeras detectaron irregularidades en el ritmo cardíaco de la bebé, pero los residentes de ginecología no actuaron con rapidez.
A las 8:00 a.m., el personal informó de la emergencia a su superior, identificada como Nancy «N», quien, según testigos, junto con el director Roberto Carlos García, desatendió la situación. Familiares reportaron que ambos fueron vistos en la cafetería mientras la situación se agravaba.
El parto se llevó a cabo más tarde ese día, pero la bebé nació en condiciones críticas tras ingerir líquido contaminado. Fue trasladada a terapia intensiva, donde falleció en la madrugada del martes 28 de enero debido a dos paros cardíacos. «Esto pudo haberse evitado con una atención adecuada desde el inicio. Nos prometieron hacer todo lo posible, pero fue demasiado tarde», declaró la abuela de la menor.
Los familiares demandan justicia y responsabilizan directamente al director Roberto Carlos García por presuntas irregularidades. También acusaron a Rosalinda Palacios, trabajadora social, de negarse a proporcionar información sobre las especialistas involucradas.
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