Efraín Hernández
Un aspirante sin oportunidad
Rubén Ríos Uribe, exdiputado local y aspirante a la alcaldía de Córdoba, ni siquiera logró destacar en la encuesta interna de Morena. Su falta de presencia en la contienda dejó en claro que nunca tuvo una verdadera intención de competir. Su historial político, marcado por errores y traiciones, lo condenó desde el principio, dejándolo relegado y sin opciones en la carrera electoral.
Una carrera en declive
Desde 2021, cuando decidió traicionar a Morena y operar en favor del entonces abanderado de Movimiento Ciudadano, Tomás López Landero, en contra del candidato de Morena, Juan Martínez Flores, su caída fue inminente. Esto generó desconfianza en el partido, cerrándole las puertas a cualquier futuro dentro del movimiento guinda. En 2023, su intento por obtener la candidatura a la diputación federal fue otro rotundo fracaso, cediendo el lugar a Escobar García, quien hoy ocupa la curul.
Un personaje sin credibilidad
Rubén Ríos no solo es un político sin respaldo, sino que también es percibido como alguien carente de principios y coherencia. Su falta de estrategia y carisma lo convirtieron en un actor irrelevante dentro de Morena. Intentó jugar a dos bandos y terminó quedándose sin ninguno. Su imagen política está completamente desgastada, y su futuro dentro del partido parece inexistente.
Los verdaderos competidores
Mientras Ríos Uribe desaparece del panorama, José Abella García y Alejandro Rosales Calvario emergen como las figuras con mayores posibilidades. Abella, sin hacer una campaña ostentosa, sigue siendo un referente, mientras que Rosales, a pesar de los intentos de guerra sucia en su contra, ha crecido significativamente en popularidad. Ambos cuentan con perfiles sólidos y son opciones viables para dirigir el municipio.
El futuro de Córdoba
Con las precampañas llegando a su fin este viernes 21, todo indica que la contienda final se definirá entre Abella y Rosales. Ambos han sabido ganarse la confianza de la gente, algo que Rubén Ríos nunca pudo lograr. Su ausencia en la encuesta interna no es más que la confirmación de que su carrera política ha llegado a su fin.
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