Efraín Hernández
Fortín.- La designación de Eduardo Alonso García Viveros, mejor conocido como «Charly», como candidato de unidad de Morena a la presidencia municipal de Fortín, no es más que la confirmación de que el actual alcalde Gerardo Rosales Victoria busca perpetuar su administración bajo una nueva cara.
García Viveros, actual administrador del Kiosko y alcalde suplente de Rosales, representa la continuidad de un gobierno marcado por señalamientos de corrupción y manejos turbios en diversas áreas. Uno de los casos más evidentes es el de Enrique Gaspar Falcón, titular de Obras Públicas, quien ha sido señalado por presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos y opacidad en el manejo del presupuesto.
El proceso de selección de Morena en el municipio dejó en claro que la decisión no responde a un verdadero ejercicio democrático, sino a la conveniencia de quienes ya están en el poder. Mientras tanto, actores políticos como Víctor Vargas quedan fuera de la jugada, lo que ha generado molestia en sus círculos cercanos. Sin embargo, todos los morenistas saben que Victor Vargas ya vivió su momento como ex secretario de la SEV y obtuvo lo que quiso económicamente, darle Fortín, habría sido premiarlo.
Con esta designación, Gerardo Rosales Victoria se asegura de que su administración y las prácticas que han caracterizado su gobierno no solo continúen, sino que se consoliden bajo la gestión de su sucesor designado. Los fortinenses, una vez más, quedan en manos de un grupo que prioriza sus intereses políticos y económicos sobre el bienestar del municipio.
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