Por Efraín Hernández/
Amatlán.— Luego de quedar fuera de la contienda interna de Morena para el Comité Nacional de Elecciones, Daniela Alfaro Canseco, actual presidenta del DIF municipal y esposa del presidente municipal Luis Arturo Figueroa Vargas, no tardó en encontrar otra vía para mantener su influencia política. A
hora, la exaspirante se ha registrado como candidata por el Partido del Trabajo (PT), en lo que muchos califican como una estrategia desesperada de la familia Figueroa Canseco para perpetuarse en el poder.
La ambición desmedida del clan político no es ninguna sorpresa para los habitantes de Amatlán, quienes han sido testigos de cómo el caciquismo se ha instalado en el municipio bajo la sombra de los Figueroa Vargas. Detrás de los discursos de «transformación» y «trabajo por el pueblo,» los señalamientos por presuntos actos de corrupción y malversación de recursos públicos siguen acumulándose.
Con el control del DIF municipal, Alfaro Canseco no solo ha impulsado su imagen pública utilizando recursos destinados a programas sociales, sino que también ha sido señalada por condicionar apoyos a cambio de respaldo político. Su intento fallido por alcanzar una posición nacional dentro de Morena dejó en evidencia la falta de apoyo y legitimidad en su propio partido, lo que la llevó a buscar cobijo en el PT, una práctica recurrente entre políticos que ven esfumarse sus ambiciones. Por su parte, el alcalde no ha estado exento de controversias.
Su gestión al frente del municipio ha sido constantemente cuestionada por la opacidad en el manejo de los recursos públicos y la falta de obras de impacto social. Ahora, la intención de colocar a su esposa en una nueva candidatura parece más una jugada para garantizar impunidad y continuidad en el control político de Amatlán. La ciudadanía observa con escepticismo esta nueva jugada de la familia Figueroa Canseco.
La pregunta que queda en el aire es si los votantes permitirán que el caciquismo siga reinando en el municipio o si finalmente optarán por romper con el yugo del nepotismo y la corrupción.
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