Busca Baldomero Montiel regresar al poder en Mariano Escobedo

Gobierna a través de su esposa pero ahora el busca volver como alcade por el PT.

Efraín Hernández

Mariano Escobedo.- Con un daño patrimonial de 26 millones 647 mil 760.5 pesos detectado por el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), Baldomero Montiel Estévez, conocido como “Baldo”, intenta regresar a la presidencia municipal de Mariano Escobedo, ahora cobijado por el Partido del Trabajo (PT). Su esposa, María Guadalupe Durán Alcántara, actual alcaldesa, no solo lo encubrió, sino que también continuó con los desvíos y excesos durante su administración. Mientras tanto, las comunidades marginadas del municipio siguen en el abandono.

No es la primera vez que Montiel Estévez se aferra al poder. Gobernó de 2018 a 2021 y al concluir su periodo, en lugar de permitir una renovación, dejó el cargo en manos de su esposa, consolidando un esquema de corrupción familiar. Ahora, con su anterior partido, el PRD, fuera del escenario político, encontró en el PT el respaldo necesario para intentar sumar otros cuatro años de saqueo. Y como si no fuera suficiente, su plan no termina ahí: una vez que concluya su mandato en caso de ganar las elecciones, buscaria imponer a su hijo Luis Ángel Montiel Alcántara para el período 2030-2034.

La nómina del ayuntamiento es otro reflejo del abuso. Luis Ángel Montiel Alcántara y su hermano han cobrado sin mayor mérito que ser hijos del cacique de Mariano Escobedo. Mientras los habitantes carecen de servicios públicos dignos, la familia Montiel Durán vive del presupuesto municipal. A pesar de los evidentes actos de corrupción, el PT decidió abanderarlo, ignorando los principios de combate a la corrupción que la 4T dice defender.

Lejos de vivir en el municipio que saquea, Baldomero Montiel reside cómodamente en Orizaba, mientras la población de las faldas del Pico de Orizaba enfrenta pobreza y marginación. La estrategia del político es clara: perpetuar su dominio, enriquecerse y seguir protegiendo su red de intereses. Ahora, con la descarada intención de heredarle el poder a su hijo, busca consolidar un linaje de corrupción.

El rechazo ciudadano es evidente, pero Montiel Estévez confía en que el control político y el uso de los recursos públicos lo mantendrán en el poder. Sin embargo, cada vez más voces exigen el fin de esta dinastía y el castigo a quienes han hecho de Mariano Escobedo su negocio particular. La pregunta que queda es si la ciudadanía permitirá que el cacicazgo de los Montiel Alcántara continúe o si, finalmente, pondrá un alto a la corrupción.

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