A medida que la persona envejece, el cerebro pierde la capacidad de limpiarse de residuos, un escenario al que se le atribuye una parte importante del riesgo de aparición de enfermedades neurodegenerativas como la de Alzheimer y la de Parkinson, entre otras. Ahora, unos investigadores han encontrado una posible manera de reactivar la retirada de residuos en el cerebro, evitando así su acumulación allí y los problemas que ello provoca.
La clave para esta reactivación está en la red de vasos sanguíneos que drenan los residuos del cerebro. Rejuvenecer esos vasos, a juzgar por lo que estos investigadores han descubierto, mejora la memoria en la vejez, al menos en ratones.
La investigación la ha llevado a cabo un equipo integrado, entre otros, por Kyungdeok Kim y Jonathan Kipnis, de la Universidad Washington en San Luis de Misuri, Estados Unidos.
Los resultados del estudio abren un camino hacia el desarrollo de terapias contra el deterioro cognitivo asociado a la vejez que no necesiten afrontar el reto de atravesar la barrera hematoencefálica que sí afrontan los medicamentos convencionales que requieren cruzarla para entrar en el cerebro a realizar allí su trabajo.
La barrera hematoencefálica es una tupida barrera física que merma la eficacia de muchas terapias contra trastornos neurológicos.
Al tener como escenario una red de vasos sanguíneos situada fuera del cerebro pero que es de importancia vital para la salud de este, la nueva estrategia consigue producir mejoras cognitivas significativas. Si, además de en ratones, resulta ser eficaz también en humanos, será factible desarrollar nuevas terapias para prevenir o retrasar el deterioro cognitivo de personas en la vejez.
Hace una década, el laboratorio de Kipnis descubrió una red de vasos sanguíneos que rodean el cerebro, en ratones y humanos. Esta red de vasos drena fluidos y desechos hacia los ganglios linfáticos, donde residen muchas células del sistema inmunitario que vigilan las señales de infección, lesión u otros problemas de salud.
Él y sus colegas también han demostrado que algunas terapias contra la enfermedad de Alzheimer, que por ahora solo están en fase de investigación, son más eficaces en ratones cuando se combinan con un tratamiento que mejora el drenaje de líquidos y residuos del cerebro.
El envejecimiento afecta a los vasos linfáticos (verde) del tejido de las meninges (azul) que rodean el cerebro, lo que dificulta cada vez más el drenaje de residuos del cerebro, con la consecuencia de que la función cognitiva se va deteriorando. Los autores del nuevo estudio revitalizaron los vasos linfáticos (abajo) en ratones viejos y observaron mejoras en su memoria en comparación con ratones viejos sin vasos linfáticos rejuvenecidos (arriba). (Fotos: Kyungdeok Kim)
El nuevo estudio se titula “Meningeal lymphatics-microglia axis regulates synaptic physiology”. Y se ha publicado en la revista académica Cell. (Fuente: NCYT de Amazings)
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