Nicolás Cruz Hernández
La señora María Isabel Ramírez Zavaleta, madre de Fidel González, asesinado en el municipio de Yanga en agosto de 2023, dijo temer que uno de los presuntos homicidas de su hijo, podría salir en libertad, por lo que pidió a la fiscalía general del Estado (FGE) continuar investigando el caso y no soltarlo.
En conferencia de prensa, acompañada de sus familiares con quienes después se manifestó en Plaza Lerdo, pidió que los jueces no se conviertan en sus enemigos y que tenga que luchar contra ellos.
“Yo quiero que si están procurando justicia es eso, mi hijo no era una carpeta, no era un montón de papeles, mi hijo era una persona que nos está haciendo mucha falta. Ahorita nosotros estuviéramos disfrutando de la jubilación de mi esposo, de las graduaciones de ellos, él tenía muchos proyectos”, dijo.
Refirió que tiene temor porque ya no sabe quiénes son sus enemigos “si la juez de La Toma, el juez federal, el juez de la sala seis de Córdoba, no sé quiénes son, ya no nada más los que asesinaron a mi hijo”.
Refirió que ha vivido una situación muy complicada porque no ha podido siquiera llevar un duelo, por lo que pidió una audiencia con la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Lisbeth Aurelia Jiménez. “Que no deje mi caso, porque hay muchas mamás como ello y los casos se quedan ahí por lo difícil que es llegar hasta el final”,

Presunto homicida podría salir en libertad
Aseguró que uno de los presuntos homicidas está a punto de salir dado que le quieren cambiar la medida cautelar, y dijo que, si esto llega a ocurrir, su vida y la de sus seres queridos está en riesgo. Pues afirmó que los tres detenidos por el homicidio son personas con historial dentro de la delincuencia organizada.
“Se tendría que llevar a juicio a siete personas que son las que intervinieron, las personas que aparecen en los videos, pero vivimos con miedo, con amenazas porque es bien sabido que ellos vienen de parte de familias que se dedican a la delincuencia. Me abrió los ojos porque yo era ama de casa, me dedicaba a cuidar a mi familia y de pronto entré en un mundo en donde todos mienten”.
Dijo que confía en la fiscalía General del Estado pues considera que han sido empáticos, pero no dejará de exigir justicia.
“No podría explicar, hay días terribles, pero me vuelve a levantar la rabia, el abuso, todo lo que cometieron. Estamos hablando de un asesinato cruel, con alevosía, ventaja, mi hijo no estaba armado, traición, eso es lo más terrible que eran personas que nosotros conocíamos desde niños”.
Fidel era un joven egresado de la facultad de Derecho que tocaba la batería; tenía una banda con su papá, su hermano y otros jóvenes, a decir de su madre, un chico sano al que extraña todos los días.
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