Por Efraín Hernández/
Córdoba.- Movimiento Ciudadano volvió a traicionar a su militancia y a la ciudadanía al imponer una candidatura que no representa ni proyecto ni competitividad para Córdoba.
Se trata de Samantha Vicentíni, una figura sin trayectoria política ni arraigo social, colocada estratégicamente para perder y allanar el camino a la alcaldía al candidato de Morena, Manuel Alonso Cerezo.
La denuncia pública del regidor Erick Gasca Morales evidenció el fondo de esta maniobra. Al anunciar que no participará en la campaña, Gasca acusó que la designación de la planilla de MC fue una simulación promovida por Félix Emilio Sacre Luna, quien mantiene secuestrada la franquicia del partido en la ciudad y la usa para negociar posiciones con sus aliados.
“Lamento la designación de la planilla que abandera nuestro partido en este proceso electoral por la alcaldía de Córdoba”, escribió el regidor, al tiempo que recordó cómo fue relegado desde el proceso anterior por decisión de Sacre, quien volvió a hacer del partido un negocio personal.
En esta ocasión, Sacre impuso a Samantha Vicentíni, una candidata sin respaldo ni estructura, con la única intención de dividir el voto opositor y permitir que el oficialismo conserve el poder municipal. La operación evidencia un pacto político entre MC y Morena, donde la candidatura de Vicentíni no es más que una pieza decorativa en un tablero ya resuelto.
Movimiento Ciudadano, que alguna vez fue una alternativa viable para Córdoba, hoy es solo una herramienta al servicio de intereses personales y acuerdos oscuros, mientras la ciudad queda condenada a la simulación y el reparto de poder entre cúpulas.
Esta situación de Córdoba, se repite en todo el Estado, El partido Naranja está al servicio de MORENA y en realidad no compiten para ganar con candidatos desconocidos y que vienen del PRIAN, solo compiten para cumplir con el requisito, pero son NACIDOS PARA PERDER POR ACUDERDOS CUPULARES DE DANTE DELGADO CON EL Partido MORENA.
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