Efraín Hernández
Fortín.- A unos meses de concluir su administración, Gerardo Rosales Victoria continúa sin solventar el millonario daño patrimonial correspondiente a la cuenta pública 2023, evidenciado por el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), que documentó un desfalco superior a los 2 millones 396 mil pesos. Lejos de ofrecer explicaciones, el alcalde apuesta por la candidatura de Eduardo Alonso García Viveros como su tabla de salvación para garantizar impunidad.
Los informes del ORFIS no dejan espacio para dudas: el manejo del dinero público bajo la administración de Rosales ha sido descaradamente fraudulento. En el rubro financiero se detectaron dos observaciones por 36 mil 655 pesos (FM/068/2023/008) y un millón 704 mil pesos (FM/068/2023/015), sumando un total de 1 millón 740 mil 655 pesos sin justificar.
La Dirección de Obras Públicas, a cargo de Enrique Gaspar Falcón, también forma parte del esquema de corrupción. Tres observaciones más señalan pérdidas de 147 mil 930, 107 mil 681 y 404 mil 742 pesos, lo que representa un boquete de 655 mil 354 pesos por obras inexistentes o de dudoso beneficio para la ciudadanía.
La intención de imponer a García Viveros como próximo alcalde no es casualidad: se trata de un movimiento desesperado de Rosales para protegerse del escándalo y evitar sanciones legales. Su administración ha estado marcada por el encubrimiento, el desvío y la simulación, mientras Fortín sufre las consecuencias de un gobierno corrupto que hizo del saqueo su práctica cotidiana.
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