El periodista veracruzano Eduardo Segura fue víctima de un ataque incendiario frente a su propia casa. La noche del viernes, dos sujetos a bordo de una motocicleta lanzaron bombas molotov contra su camioneta, estacionada en la colonia El Rastro, en Tantoyuca.
El atentado ocurrió a las 20:30 horas y quedó registrado por cámaras de seguridad. Aunque no había nadie en el vehículo ni dentro del domicilio al momento del ataque, el hecho encendió las alarmas en el gremio periodístico.
“Ya sabemos de dónde viene esto”, dijo Segura en una transmisión en vivo en Facebook. Horas antes, había publicado información comprometedora sobre un político que —según él— pronto estará pidiendo el voto. “No quiero asegurar nada, pero sé que de ahí viene”, insistió.
Lo más grave: Eduardo ya había intentado denunciar amenazas previas, pero la Fiscalía se negó a recibir la querella, alegando falta de pruebas contra un candidato. “Así quieren callarnos”, lamentó.
Gracias a la ayuda de vecinos, el fuego fue controlado antes de provocar una tragedia. La Guardia Nacional acudió al lugar y la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) respondió con rapidez, ofreciendo resguardo al comunicador y su familia.
“Este ataque no es solo contra mí, es contra todos los que ejercemos la libertad de expresión”, expresó en un comunicado.
El caso ya circula en redes sociales como un nuevo recordatorio de los peligros que enfrentan los periodistas en México, donde informar puede costar caro… incluso la vida.
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