Por: Isaac Martínez Pérez.
Coatzacoalcos, Veracruz.- Las playas de Coatzacoalcos, que se presentaban como un oasis natural para disfrutar de la Semana Santa, se han visto afectadas por la irresponsabilidad de un sector de la población que ignora las reglas básicas de la convivencia.
A pesar del esfuerzo de las trabajadoras de limpia pública por mantener la costa limpia y atractiva para los visitantes, el panorama es desolador. Toneladas de basura han inundado la arena de las playas, un testigo silencioso de la falta de conciencia ambiental de quienes acuden a este espacio natural.
Las trabajadoras de la limpieza, armadas con arañas y bolsas de basura, recorren incansablemente cinco kilómetros de playa para recoger los restos de una fiesta que deja un amargó sabor a indiferencia. Su trabajo refleja el compromiso con el cuidado del medio ambiente, un compromiso que contrasta con la negligencia de quienes dejan a su paso un rastro de basura.
El mar de basura que se extiende a lo largo de la costa de Coatzacoalcos es una señal alarmante de la falta de cultura ambiental de un sector de la población. Es un recordatorio constante de que la limpieza de las playas no es solo una tarea de las autoridades o de las trabajadoras de limpia pública, sino una responsabilidad colectiva.
Es hora de que los ciudadanos asuman su compromiso con el cuidado del medio ambiente. El futuro de nuestras playas depende de la conciencia ambiental de cada persona, de la disposición de llevar las basuras a los contenedores correspondientes y de la educación ambiental de las futuras generaciones.
Las playas son un bien común, un tesoro natural que debemos cuidar entre todos. Es tiempo de dejar de ser indiferentes y comenzar a actuar para que las playas de Coatzacoalcos sigan siendo un lugar de relajación y un espacio de paz.
Comentarios