Un nuevo estudio, que sin duda despertará polémicas, relaciona la exposición a agua sagrada de Etiopía con varios casos de cólera en Europa en los cuales las bacterias causantes, de la especie Vibrio cholerae, son de una cepa que se ha vuelto resistente a múltiples fármacos.
El estudio lo ha realizado un equipo encabezado por Christina Frank, del Instituto Robert Koch en Berlín, Alemania.
Los citados casos de cólera se han registrado en Alemania y en el Reino Unido.
La investigación ha atraído la atención del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC)), el cual ha publicado dicho estudio en el boletín de la institución, una revista académica llamada Eurosurveillance. El estudio se titula “Cholera due to exposure in Europe associated with consumption of holy water from Ethiopia, January to February 2025”.
En 2022, comenzó una epidemia de cólera en Etiopía y hasta el 9 de febrero de 2025 se habían registrado un total de 58.381 casos y 726 muertes. El 6 de febrero de 2025 se registró un repunte de actividad infecciosa en la región de Amhara, con 163 casos y 3 muertes, aunque no se dispone de cifras más recientes. Una fuente de contaminación identificada es el pozo sagrado de Bermel Giorgis, situado en el distrito de Quara y lugar de peregrinación que atrae a visitantes de todo el mundo. Los peregrinos consumen el agua o se bañan en ella con la esperanza de que así se curarán física o espiritualmente, y a menudo se llevan agua de esa a casa.
En Alemania, se notificaron a través del portal europeo de vigilancia de enfermedades infecciosas (EpiPulse) los casos de tres personas infectadas, inicialmente (25 de febrero de 2025) solo como sospechosas de padecer cólera. Todos los pacientes eran de etnia etíope. Dos de ellos habían viajado a Etiopía en enero y de regreso a Alemania se trajeron consiga una pequeña botella de plástico con agua del pozo sagrado de Bermel Georgis. Ya en Alemania, ambas personas consumieron el agua de esa botella. Una tercera persona recibió salpicaduras de agua en la cara, incluidos los labios, y posiblemente ingirió algunas gotas de esa agua. A principios de febrero, las tres personas comenzaron a sufrir diarrea y vómitos de manera continuada, y fueron hospitalizadas. Una de ellas necesitó cuidados intensivos, pero todos se recuperaron.
En el Reino Unido, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) identificó a cuatro pacientes, entre los cuales dos declararon haber viajado recientemente a Etiopía, a la región de Amhara, y uno mencionó específicamente un viaje de 9 días a Bermel Georgis. Un tercer paciente no había viajado a Etiopía, pero informó de que había bebido agua sagrada del pozo que había traído el cuarto paciente, quien también había enfermado tras consumir agua de esa en el Reino Unido. Fueron hospitalizados tres de los pacientes, uno de los cuales necesitó cuidados intensivos. Una persona que también había viajado a Etiopía experimentó síntomas de cólera, pero no se le hicieron pruebas y se recuperó sin tratamiento médico.
El análisis genético de las bacterias presentes en las muestras de heces de los casos del Reino Unido demostró que pertenecían a un grupo de Vibrio cholerae O1 resistente a múltiples fármacos y relacionado anteriormente con epidemias de cólera en Kenia y en el África subsahariana, así como en África oriental y central.
Las bacterias de V. cholerae de procedencia etíope aisladas, que fueron secuenciadas en Alemania y en el Reino Unido, resultaron tener el mismo perfil de resistencia a fármacos antimicrobianos que las muestras bacterianas obtenidas recientemente de los residentes británicos afectados. Las similitudes entre estas bacterias, así como entre las cepas keniatas y subsaharianas presentes en Inglaterra, indican que el V. cholerae O1 resistente a múltiples fármacos que circulaba en África se ha propagado a Europa. (Fuente: NCYT de Amazings)
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