Detectan los indicios de vida extraterrestre en torno a otra estrella más convincentes hasta ahora

Recreación artística del planeta K2-18b. (Imagen: A. Smith, N. Madhusudhan (University of Cambridge))

Unos astrónomos han detectado los indicios más prometedores hasta la fecha de una biofirma de fuera de nuestro sistema solar, aunque se necesitarán observaciones adicionales para confirmar la existencia de vida en ese planeta.

El planeta en cuestión, llamado K2-18b, es 8,6 veces más masivo y 2,6 veces más grande que la Tierra, y se encuentra a 124 años-luz de distancia, en la constelación de Leo. La órbita de K2-18b alrededor de su estrella se encuentra dentro de la franja orbital habitable. El calor que llega desde la estrella a dicha franja no es demasiado grande ni demasiado pequeño para impedir la existencia de agua líquida en la superficie de los mundos que estén ubicados allí. Dado que el agua líquida es una pieza fundamental de todo escenario apto para la vida, esa franja orbital es la zona alrededor de ese sol en la cual resulta más plausible la existencia de vida.

La investigación la ha llevado a cabo un equipo encabezado por Nikku Madhusudhan, del Instituto de Astronomía dependiente de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido.

Para el estudio, Madhusudhan y sus colegas se valieron de datos recolectados por el telescopio espacial James Webb, de la NASA, la ESA y la CSA, respectivamente las agencias espaciales estadounidense, europea y canadiense.

Con el análisis de datos, los autores del estudio han detectado en la atmósfera de K2-18b la presencia de sulfuro de dimetilo (DMS) y/o disulfuro de dimetilo (DMDS).

En la Tierra, el DMS y el DMDS solo los produce la vida, principalmente la vida microbiana, como el fitoplancton marino. Aunque un proceso químico desconocido para nuestra ciencia podría ser la fuente de estas sustancias en la atmósfera de K2-18b, su hallazgo allí constituye la prueba más sólida hasta ahora de que puede existir vida en un planeta de fuera de nuestro sistema solar.

Observaciones anteriores de K2-18b identificaron metano y dióxido de carbono en su atmósfera.

Se cree que K2-18b es un planeta hiceánico. Los planetas hiceánicos son muy distintos a la Tierra pero capaces de albergar vida. Un planeta hiceánico se caracteriza por poseer un océano global profundo y una gruesa atmósfera rica en hidrógeno. Los humanos no podríamos sobrevivir en planetas hiceánicos, pero algunos microbios sí podrían vivir y prosperar en ellos.

El estudio se titula “New Constraints on DMS and DMDS in the Atmosphere of K2-18b from JWST MIRI”. Y se ha publicado en la revista académica The Astrophysical Journal Letters. (Fuente: NCYT de Amazings)

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