Por: Isaac Martínez Pérez.
La ausencia del candidato de MORENA a la presidencia municipal de Coatzacoalcos, Pedro Miguel Rosaldo García, en una reunión convocada por la Alianza y el Colegio de Abogados, plantea interrogantes sobre su estrategia política. La escasa asistencia, descrita como «raquítica», y la presencia de observadores del PRI y el OPLE, generan suspicacias.
La decisión de Rosaldo de no asistir, fundamentada en el bajo número de asistentes reportado por su coordinadora de campaña, admite varias interpretaciones. Podría reflejar un cálculo político, evitando una reunión poco representativa y potencialmente perjudicial. Sin embargo, la descripción de la convocatoria como «espuria» y la mención de la actitud «gorilesca» de algunos presentes, sugieren una situación más compleja. ¿Se trata de una estrategia para desmarcarse de intereses ocultos o una muestra de falta de tacto político?

La sencillez atribuida a Rosaldo debe complementarse con una mayor perspicacia política. Es fundamental discernir entre apoyo genuino y oportunismo político. Una reunión con pocos asistentes, vigilada por representantes de partidos opositores y con la presencia de individuos descritos como «chairos», proyecta una imagen de falta de credibilidad y organización por parte de los convocantes.
En definitiva, la ausencia de Rosaldo no es un hecho menor. Implica una crítica velada a la legitimidad de la convocatoria y una lección sobre la importancia de evaluar cuidadosamente las alianzas políticas. Su reconocida sencillez debe combinarse con una mayor agudeza política para evitar situaciones que puedan perjudicar su imagen y su campaña. El tiempo dirá si su decisión fue acertada o un error de cálculo.
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