Teresa Carbajal
¿Hay algo más bonito que estar enamorado?, bueno, sí, ser correspondido. Me refiero en sí a ese estadio de plenitud, de satisfacción, de cúspide emocional, en donde desaparecen todas las enfermedades y aflicciones, las preocupaciones mundanas, y se entrega el espíritu al mundo de lo ideal.
En donde nadie, en nombre del amor, puede salir lastimado, herido, o traicionado pues el proyecto de cuidarse y procurarse es común, y se ansía el compartirlo todo para siempre.
Así comienza la historia en donde como las aves, se busca la construcción del nido para recibir a la descendencia, y todo lo venidero para garantizar un nivel de vida digno, para bien de la familia.
En el camino, y como es bien sabido por todos, el sentimiento aquel que nos arrebató la razón, se torna diferente. Se comienzan a notar los defectos del otro, la decepción, y la falta de cumplimiento de las expectativas que se hicieron brotan hasta llegar a conclusiones erradas y después de ello bastará el enojo y una mala asesoría para tomar decisiones que solo empeoraran el desenlace.
Emilia, nombre usado para proteger su verdadera identidad, recibió previo a la Semana Santa, una carta de edictos, así le llamamos a la correspondencia que envía el Barzón a los domicilios que detectamos próximos a salir a remate; un ejercicio que es iniciativa de la sociedad civil organizada y que ha servido para que miles de familias veracruzanas, hayan podido conservar sus viviendas, pues a tiempo, buscan las opciones de solución a la problemática.
La recibió ella, aunque la carta iba dirigida a su ex pareja, pues comenta que es ella con sus hijos menores de edad, quienes habitan en el domicilio. Sin embargo, su nombre no aparece en el documento, porque nunca estuvieron casados y vivieron en concubinato, dando lugar con su unión al nacimiento de los dos pequeños.
Por ahora, nos narra, su ex pareja no vive con ella, pues están separados desde hace un tiempo, y sus encuentros mas recientes, han sido en los tribunales familiares encargados de poner orden al asunto de la pensión alimenticia, las convivencias, y todas las cuestiones que se desencadenan con la ruptura o terminación de una relación en donde hubo hijos.
La noticia que llega con la carta de que el Banco sacó a remate la vivienda en donde ella habita con sus hijos, llegó como bomba y sin que ella siquiera lo sospechara.
Nos cuenta que tiene abogado, y que en sus manos hay además un convenio en donde el padre de sus hijos, se comprometió a pagar la casa hasta el término del plazo del crédito.
A cambio de ello, el padre de los niños, tiene años sin pagar la pensión alimenticia, pues el compromiso, según lo acordaron fue que el pagaría la mensualidad de la casa, para ponerla a nombre de los hijos, tan pronto estuviera liquidada y liberada la hipoteca.
Como no estuvieron casados la casa está a nombre de su ex pareja y de la madre de este, por eso es que ella siempre fue ajena al crédito, y desde luego al pago del mismo.
Su certeza era que en el domicilio en donde vive, -que es la casa en remate-, se estableció un depósito judicial, para que fuera habitado por ellos. Sin embargo, se omitió inscribir la medida de garantía del pago de la pensión alimenticia en la propiedad, para tener el interés jurídico y la certeza del pago, incluso para formarse en la lista de acreedores.
Con el orden de preferencia que marca la ley sobre la vivienda, que ya fue rematada. Desde luego, eso es algo, que no cualquiera puede saber, y “para sabio Salomón”; por ese motivo es que siempre debe contarse con una asesoría adecuada.
Que lleve además el seguimiento del caso; de haber sido así, Emilia se habría enterado a tiempo que había un juicio en contra de su ex pareja por la falta de pago de las mensualidades del crédito. Y que todo ese tiempo estuvo engañada, sin cobrar un centavo de pensión alimenticia, ante la dolosa omisión del obligado.
Tenía además el derecho de haber sido llamada a juicio, si el juez que lleva el trámite del Banco para cobrar la deuda, hubiera advertido una anotación en el certificado de gravámenes con su nombre como diversa acreedora.
Deseamos para Emilia con su defensa que no sea tarde, para lo que tengan que hacer; y que las leyes familiares algún día, puedan tener la misma eficacia que las mercantiles, pues no es posible que en nuestros días sea más fácil, cobrar un pagaré, que una pensión alimenticia.
Si tiene dudas o deudas, llame al 2281148502 visite www.elbarzonrc.org Contacte [email protected], O sígame en @terecarbajal
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