Cuando los cielos marcan la piedra: Astronomía en monumentos antiguos

Las Grandes Pirámides de Giza (c. 2600 a.C.) apuntan con sorprendente precisión al norte verdadero.

Una amplia variedad de civilizaciones antiguas incorporó el conocimiento celeste en la construcción de sus monumentos, dejando huellas indelebles de su comprensión de los movimientos de Sol, Luna y estrellas. Desde las piedras de Stonehenge, alineadas con los solsticios, hasta las cámaras de Newgrange, iluminadas por el amanecer invernal, pasando por las pirámides egipcias orientadas al norte verdadero y los templos mayas diseñados para capturar equinoccios, estos sitios revelan intenciones astronómicas claras. En América del Sur, el Intihuatana de Machu Picchu actúa como reloj solar y calendario, mientras que en América del Norte, los antiguos poblados del suroeste de EE. UU. como Chaco Canyon se orientaron sutilmente hacia ciclos solares. A través de estas estructuras, las sociedades antiguas conectaron su vida cotidiana, sus rituales y su cosmovisión con el firmamento, creando un legado arquitectónico que aún hoy sigue fascinando a arqueoastrónomos y turistas.

Introducción a la Arqueoastronomía

La arqueoastronomía es la disciplina que estudia la forma en que las culturas antiguas observaron e interpretaron el cielo, y cómo plasmaron esa comprensión en sus construcciones. Se basa en métodos de arqueología, astronomía, antropología e historia, combinando observaciones empíricas con análisis estadístico para validar hipótesis sobre orientaciones y eventos celestes representados en los monumentos.

Stonehenge y la Gran Convergencia Solar

 

Alineación Solar: Solsticios

Stonehenge, erigido entre el 3000 y el 2000 a.C., tiene su eje principal orientado al amanecer del solsticio de verano y al ocaso del solsticio de invierno, creando un marco de luz que atraviesa las trilitos cuando el Sol alcanza sus posiciones extremas.

 

Conexiones Lunares: Estación Lunar

Además de sus alineaciones solares, Stonehenge podría haber marcado ciclos lunares extremos. Un estudio permitirá evaluar cómo las “station stones” podrían haber enfocado la posición más alejada de la Luna de manera deliberada.

 

 

Los Templos de Irlanda: Newgrange, Knowth y Dowth

En la llanura de Boyne (Irlanda), los túmulos megalíticos de Newgrange (c. 3200 a.C.) fueron construidos para recibir el rayo de sol del amanecer del solsticio de invierno, que penetra por una “ventana” sobre la entrada y recorre el pasillo hasta iluminar la cámara interior. Knowth y Dowth, montículos adyacentes, muestran túneles que captan respectivamente los amaneceres y atardeceres de los equinoccios, así como los ciclos lunares bianuales, enfatizando la importancia de los equinoccios y la Luna en el calendario neolítico.

 

Las Pirámides de Egipto: Señores de la Estrella Polar

Orientación a Thuban y el Norte Verdadero

Las Grandes Pirámides de Giza (c. 2600 a.C.) apuntan con sorprendente precisión al norte verdadero, desviándose apenas tres minutos de arco. Esta exactitud sugiere un método basado en la observación de la estrella Thuban (α Draconis), que entonces ocupaba la posición del polo celeste.

Karnak y el Sol de Medianoche

El templo de Amón–Ra en Karnak fue orientado hacia el amanecer del solsticio de invierno; el pasillo principal permitía que los primeros rayos solares de mediados de diciembre penetraran profundamente en el santuario, posiblemente utilizado para ceremonias vinculadas al renacimiento solar.

 

Civilizaciones Mesoamericanas

El Castillo de Chichén Itzá y el Equinoccio

El famoso “Castillo” (El Templo de Kukulkán) en Chichén Itzá está diseñado para proyectar, durante los equinoccios de primavera y otoño, sombras que asemejan una serpiente descendiendo por la escalinata norte, simbolizando la conexión entre el mundo terrestre y el celestial.

 

Observatorios Mayas: Uxmal, Copán y Tikal

Numerosos edificios mayas reflejan alineaciones con el Sol y Venus, patrón esencial en su cosmología. Observatorios como el Caracol en Chichén Itzá y monumentos en Copán fueron calibrados para seguir ciclos solares y planetarios, demostrando sofisticados conocimientos astronómicos.

 

Machu Picchu e Intihuatana: El Pilar del Sol

En las alturas andinas, Machu Picchu incluye la plataforma circular del Intihuatana, un monolito tallado que servía de reloj solar y calendario. Durante los solsticios, su cúspide proyecta una sombra nula al mediodía solar, marcando el medio año y reforzando ritos en torno al equilibrio de fuerzas cósmicas.

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