Sin visas no hay paraíso / Felipe de Jesús Fernández Basilio / Desde A Janela

Es un hecho es que les duele mucho el perder la visa, ya que con ella pierden el placer de ir a gastar en el país vecino el dinero mal habido que acostumbran a gastar a manos llenas.

Existe una infinidad de especulaciones en torno a la colusión de las autoridades mexicanas con el crimen organizado y aún más sobre si tal o cual político va a ser juzgado en Estados Unidos y por lo que se ve, lo primero se puede presumir como cierto y lo segundo, quien sabe si sucederá o no.

Pero lo que sí es absolutamente cierto es que el gobierno e los Estados Unidos de América está golpeando en donde más les duele a muchos políticos del actual partido en el poder: MRN al retirarles la visa que les permite entrar a dicho país.

Y de que el castigo es fuerte, ni duda cabe.

¿Sabían que históricamente los mexicanos que tienen alguna fortuna que no labraron con el sudor de su frente, tienen fascinación por vivir en lujosas propiedades en la potencia en turno?

Así es, en la Nueva España se fueron a la corte del rey, durante el siglo XIX y principios del pasado a París y en la actualidad a Estados Unidos.

Quien no ha oído hablar de los López en Houston, los Yunes en Nueva York y la Florida, el recién finado Herrera y su rancho en Oklahoma, la gobernadora de Baja California y sus residencias en San Diego, Murat y sus propiedades en Utah, Florida y nueva York, entre otros y si nos ponemos a nombrarlos a todos, no alcanzaría el espacio destinado a esta columna.

Lo que sí es un hecho es que les duele mucho el perder la visa, ya que con ella pierden el placer de ir a gastar en el país vecino el dinero mal habido que acostumbran a gastar a manos llenas.

Y como les duele tanto, los quejidos ya se empiezan a escuchar y ya, desde ahora, el famoso muro de Jerusalén resulta insuficiente para dar cabida a tanto lloriqueante.

También les platico que la primera llorona del país es la doctora que ocupa, mas no ejerce, la presidencia de la república y cómo no va a llorar si ve que a sus secuaces les empiezan a negar la entrada al lugar de sus sueños ya ella los gringos no le dicen nada por más pataleos que hace.

Y este dolor de Sheinbaum nos lleva a pensar dos cosas:

1) Resulta por lo menos extraño, ya que ella siempre supo que sería ninguneada tanto dentro como fuera del país y lo aceptó desde que se prestó a la faramalla del “bastón de mando” que más parecía palo de piñata y así como era ese instrumento, así es el cargo en el que la pusieron.

2) Cómo quiere que le informen de las investigaciones si perfectamente sabe que tiene secretarios, gobernadores y mandos altos del ejército cínicamente coludidos con la delincuencia y Rocha en Sinaloa es el mejor ejemplo de ello.

Así es, cuando se llevan a cabo investigaciones y existe una desconfianza fundada en el interlocutor natural, es perfectamente válido pasarlo por alto y continuar con las investigaciones.

Claro, a la doctora le queda como último recurso el que siempre ha utilizado, envolverse en la bandera nacional y gritar a los cuatro vientos que “a México se le respeta” y que “existe colaboración y no subordinación”.

Palabras huecas que son lo que son, un grito desesperado y nada más.

Porque la realidad es otra y es muy dura para nuestro México, ya que no existe tal igualdad ni mucho menos algún respeto y menos por la presidente, ya que no hay peor burla a que por un lado el gringo loco le diga un piropo y por el otro le dé un descontón sin que medie palabra alguna.

Y ese es el trato entre presidentes, ya que a nivel de los ciudadanos la desigualdad es evidente; ya que mientras un mexicano tiene que someterse a un verdadero calvario para obtener una visa de entrada a la UE y luego someterse durante su estadía a cuantas revisiones se les ocurre a los vecinos, un estadounidense entra a México sin mayor problema.

¿En dónde está la igualdad y el respeto mutuo que tanto pregona, señora Presidenta?

Pues no se ve y después de que se concreta la colonización del Poder Judicial, menos se va a ver; porque un país que no cuenta con una impartición de justicia profesional, imparcial y ajena a los intereses de la mayoría gobernante, no obtiene ningún respeto ni ninguna credibilidad.

De todo esto, lo que nos queda de reflexión es que la vida da muchas sorpresas, ya que mientras los gobernantes de la mayoría en el poder creyeron que destruyendo al Poder Judicial iban a disfrutar las mieles de la vida con total impunidad, llegan los norteamericanos y les quitan el acceso al paraíso, su paraíso.

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Twitter: @FelipeFBasilio

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