El Chaquetero de Minatitlán: La Doble Moral de Alfredo Iparrea/Opinión

Por: Isaac Martínez Pérez/

Alfredo Iparrea, presidente del Departamento de Jubilados Petroleros de las Secciones 10 y 23, se ha convertido en el ejemplo perfecto de la inmoralidad política que carcome a nuestra sociedad. Su reciente actuación, un verdadero tour de force de oportunismo y falta de palabra, merece un análisis profundo.

La frase «el agradecimiento es de perros» cobra un significado particular en su caso, pues parece haber olvidado cualquier noción de lealtad o compromiso. Iparrea, en su búsqueda desesperada por obtener regidurías, prometió 15 mil votos a cambio de espacios en las planillas de diferentes partidos: PAN, PRI, MC y PT.

Sin embargo, su estrategia, urdida con la «ubre» y no con el «cesos» según la nota, fracasó. Rechazados por su reputación de «enbabucador profesional», encontró refugio en el Partido Verde, apoyando la candidatura de Memo Espronceda. Fotos y videos, según la información, documentan este cambio de chaqueta. La hipocresía de Iparrea alcanza niveles escandalosos. Mientras declara públicamente el fin del «voto corporativo», utiliza a sus agremiados como moneda de cambio para su beneficio personal y el de sus allegados.

Su gestión al frente del Departamento de Jubilados se ha caracterizado por el desvío de fondos para financiar campañas políticas, como la fallida candidatura del Dr. Alejandro Martínez Vivas. Las pruebas, según se afirma, son contundentes: fotos, videos y notas periodísticas exponen su manipulación y abuso de confianza.

La situación de Iparrea no es un caso aislado. Representa la corrupción sistémica que permea la política mexicana, donde la lealtad y la ética son sacrificadas en el altar del poder personal. Su historia sirve como una advertencia: la falta de principios políticos tiene consecuencias, y la opinión pública, cada vez más informada, no permitirá que este tipo de acciones queden impunes. Es necesario exigir transparencia y rendición de cuentas a nuestros representantes, y rechazar a aquellos que, como Iparrea, utilizan su posición para enriquecerse a costa de los demás. La ciudadanía debe ser vigilante y exigir un cambio profundo en la forma de hacer política en Minatitlán y en todo México. El futuro de nuestra democracia depende de ello.

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