Salvador I. Reding Vidaña
Israel comenzó una guerra en Gaza según con el objetivo de destruir a Hamas, organización cuya razón de ser es destruir al Estado de Israel. Pero las fuerzas armadas israelíes han hecho más que eso, pero mucho, mucho más.
Han estado destruyendo sistemáticamente objetivos civiles, como conjuntos habitacionales, casas, escuelas, negocios, hospitales, templos, es decir prácticamente todo lo que los palestinos civiles de Gaza tenían para vivir. La destrucción es tal que si los palestinos afectados quisieran regresar a lo que fueron sus hogares, será imposible, éstos ya no existen, son solamente alteros de ruinas, prácticamente imposibles de reparar o reconstruir, habría de recomenzar de cero.
Los bombardeos en zonas civiles han dejado una pesadilla realística de muertos, heridos, enfermos, desplazados destruidos anímicamente. No hay manera de que el gobierno de Israel pudiera siquiera tratar de justificar esa destrucción. Ni lo intentan, su ataque a civiles desarmados destruyendo todo lo que eran sus casas, edificaciones y comunidades, es algo perfectamente planeado y ejecutado. No es cosa de “errores” de un ejército súper eficaz, armado y disciplinado. Para efectos prácticos la destrucción civil es tanto intencional como generalizada.
¿Y la población palestina de Gaza? Bombardeada, con miles de muertos, heridos y enfermos, empobrecidos, desnutridos, que se acumulan cada día. Sin hogares, sin hospitales (destruidos con la excusa de que en ellos hay militantes de Hamas). Sin nada para vivir. Los palestinos han sido obligados a huir de sus comunidades hacia el Sur de Gaza, casi sin ayuda humanitaria. Ésta llega a cuentagotas porque así lo ha determinado y controla el gobierno de Israel con sus fuerzas armadas.
Niños muertos o heridos por los bombardeos, que no pueden recibir atención médica porque los hospitales fueron destruidos intencionalmente. Bebés que nacen en donde se encuentre la madre porque ya no existen sus maternidades. Niños sin casa, y muchos sin padres, muertos por las fuerzas armadas de Israel.
Se trata de un crimen de lesa humanidad, o delito de lesa humanidad, ¿qué son éstos? Son actos graves y generalizados, ataques sistemáticos contra una población civil. Crímenes que atentan contra derechos humanos fundamentales. Es el caso preciso de las acciones militares de Israel contra los civiles de Gaza.
Palestina y mucha gente, millones en el mundo, el Papa León XIV, exigen que se detenga ese crimen de lesa humanidad, absolutamente injustificable. Pero el gobierno de Israel no les hace caso. De nuevo: están destruyendo de tal manera a Gaza para que sus ciudades y otras poblaciones sean ya inhabitables, algo que no se justifica en su batalla contra Hamas.
Es intrigante que un pueblo, el judío, que a través de siglos ha sufrido persecusiones, ataques, muerte y destrucción, sea capaz de cometer semejantes atrocidades. Que no quiere que se olvide el holocausto hecho por el gobierno nazi y militares alemanes, como un horror que el mundo nunca debe de volver a ver, y destruye, mata y hiere sin piedad a miles de palestinos que lo único que quieren es vivir en paz.
Que Israel quiera acabar con Hamas “para siempre” y tener la seguridad que su población quiere vivir es entendible, pero que con la excusa de acabar con Hamas destruya todo eso ajeno a los militantes de Hamas, es otra cosa, inhumana, sistemática, intencional y para acabar con todo lo palestino de Gaza, es inaceptable.
¿Cuándo se detendrán esta destrucción y genocidio? Es triste, pero no se le ve fin, ni intención del gobierno de Israel de detenerlo. En tanto, muchos palestinos mueren de hambre, de sed y de heridas y enfermedades que no pueden ser médicamente atendidas al no haber hospitales. Que niños y adultos sufran hambrunas porque no les llega suficiente ayuda humanitaria por restricciones israelíes, es un horror injustificable.
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