Los efectos de una bacteria intestinal sobre la inmunidad innata abren una nueva y asombrosa vía para prevenir la obesidad.
El estudio que ha conducido a este resultado lo ha realizado un equipo liderado por especialistas del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España. También han colaborado científicos del Centro de Biología Integrativa (CIBIO) de la Universidad de Trento en Italia.
Los autores del estudio han identificado el importante papel que podría desempeñar la bacteria intestinal humana Phascolarctobacterium faecium en la prevención y tratamiento de la obesidad. Una cepa de esta especie bacteriana, hasta ahora poco estudiada, ha mostrado propiedades protectoras frente a la obesidad y sus complicaciones metabólicas gracias a su capacidad para contrarrestar los efectos perjudiciales de las dietas hipercalóricas sobre el funcionamiento del sistema inmunitario.
Nueva estrategia frente la obesidad: inmunidad innata
Uno de los hallazgos clave del estudio es que esta cepa ejerce efectos beneficiosos sobre el metabolismo a través de su capacidad para modular la función del sistema inmunitario innato, incluso cuando está inactivada por la pasteurización. Esta bacteria reprograma el fenotipo de células del sistema inmunitario innato, reduciendo la presencia de macrófagos proinflamatorios y favoreciendo la activación de macrófagos alternativos, que bloquean la cascada de eventos inflamatorios que ocurren en el intestino en el contexto de la obesidad.
“Al reprogramar el fenotipo y la función inflamatoria de los macrófagos, se restaura el equilibrio inmunológico en el intestino, lo que permite frenar la inflamación crónica provocada por dietas hipercalóricas y, con ello, mejorar la salud metabólica global del organismo”, añade Rebeca Liébana, investigadora del IATA que ha contribuido al estudio durante su tesis doctoral.
Una investigadora manipula una placa con bacterias en el laboratorio. (Foto: IATA / CSIC)
Nuevas terapias basadas en la microbiota intestinal
Este hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre las complejas interacciones entre la dieta, la inmunidad y la microbiota (los microorganismos que viven en nuestro organismo), sino que abre nuevas posibilidades para desarrollar terapias dirigidas a prevenir o tratar la obesidad con mecanismos de acción alternativos o complementarios. “Estos resultados demuestran que es posible redirigir la respuesta inmunitaria frente a la dieta, bloqueando la secuencia de eventos inflamatorios mediante la acción de una bacteria sobre el intestino. Esto a su vez permite restaurar el funcionamiento de otros órganos implicados en la regulación del metabolismo, lo que supone un hallazgo alentador para el desarrollo de nuevas estrategias que permitan combatir las enfermedades metabólicas de forma más eficaz”, señala Yolanda Sanz.
Aunque el estudio se ha realizado en ratones, el equipo de investigación destaca su relevancia como punto de partida para futuros ensayos clínicos en humanos. Su enfoque se enmarca en una línea de investigación cada vez más prometedora: las terapias basadas en la modulación de la microbiota, que abren nuevas posibilidades para diseñar intervenciones más personalizadas y complementarias a los tratamientos farmacológicos convencionales.
El estudio se titula “Gut commensal Phascolarctobacterium faecium retunes innate immunity to mitigate obesity and metabolic disease in mice”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Microbiology. (Fuente: CSIC)
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