El Ministerio de Relaciones Exteriores de México, junto con representantes del sector del juego, está trabajando en un proyecto de ley para modernizar la actual Ley de Juegos de Azar y Sorteos de 1947. Cuando el proyecto esté listo, será sometido a la consideración del Congreso.
Rosa Rodríguez, titular de la Secretaría, se reunió con miembros del Consejo Nacional de la Industria del Entretenimiento. El tema fue el análisis del nuevo marco legislativo para regular adecuadamente tanto el juego presencial como el juego en línea. La uniformidad de criterios mejorará la recaudación de impuestos de estas actividades, pero, por otro lado, los operadores de juego no tendrán que preocuparse por los gravámenes a los que están sujetos.
Los líderes empresariales presentes en la reunión hicieron hincapié en la importancia de evitar los impuestos estatales y crear un impuesto federal único. También hablaron de la incertidumbre debida a la constante rotación en la SEGOB. Cada año o cada dos años hay un cambio de directores en el sector del juego y las apuestas. Cada nuevo director cambia las reglas de una forma u otra, por lo que también cambian las regulaciones. Esto no es muy bueno para los negocios.
El director de la CONAIET, Francisco Gutiérrez Caballero, señaló que la industria genera aproximadamente 150 000 empleos directos y 50 000 indirectos. Se prevé que para 2030, las salas de juego puedan atraer a más de 10 millones de visitantes al año. Es decir, en comparación con 2024, cuando hubo 5 millones de visitantes, se espera que la cifra se duplique.
El Gobierno mexicano pretende regular el sector del juego con métodos más sofisticados, ya que considera a los operadores de juego como una fuente de inversión. La nueva ley sobre juego y apuestas tiene otro objetivo: revisar la gestión de los casinos que operan en plataformas online ubicadas fuera del país.
Se estima que más de 3000 millones de dólares pasan anualmente por los casinos de México, y se espera que esta cifra siga creciendo. La previsión de crecimiento es de alrededor del 7 %.
Estas cifras se ven respaldadas por la alta tasa de penetración de Internet en México.
Como resultado, a finales de 2024, los mexicanos habrán creado alrededor de 18 millones de cuentas en diversas plataformas de juego online. Las encuestas y estadísticas de fuentes fiables muestran que aproximadamente un tercio de los mexicanos prefiere el casino en vivo, en particular los juegos de mesa clásicos.
Las modernas salas de juego han realizado importantes inversiones para garantizar la seguridad de sus visitantes. Cumplen con las normas establecidas por las autoridades, incluidas las políticas contra el lavado de dinero. También están obligadas a enviar información en tiempo real al SAT sobre miles de máquinas tragamonedas en más de 400 casinos que operan en el país.
Este tema no es ajeno a la Cámara de Diputados, ya que el líder del partido mayoritario, Morena, Ricardo Monreal, también recibió a una delegación de empresarios. En la reunión se discutió no solo la necesidad de nuevas reformas, sino también su alcance.
Las nuevas tecnologías han provocado un fuerte aumento de la actividad de los juegos de azar en línea. Sin embargo, esto crea el riesgo de que el mercado se vuelva ilegal. Por eso es tan importante su regulación. Como resultado, los juegos se registran íntegramente en la base de datos oficial del Gobierno federal. Esto evitará que pasen a la clandestinidad y evadan impuestos. También protegerá a los usuarios del alto riesgo de fraude.
Por lo tanto, la modernización de la infraestructura del juego en México es una cuestión urgente que el Gobierno está siguiendo de cerca.
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