En recientes días hemos estado atentos a los acontecimientos en medio oriente, Israel realizó ataques en suelo iraní, lo que ocasionaría una respuesta firme de parte de Irán, por varios días se vivieron horas de tensión, incluso con la intervención americana, alegando la defensa de sus intereses, bombardeó supuestas instalaciones nucleares iraníes, se especulaba con ello el inicio de la tercera guerra mundial.
Ahora bien, en nuestro panorama nacional tenemos otro tipo de guerra, y no me refiero a la guerra de diferentes facciones del narco en Sinaloa, si no a las inconsistencias de las pasadas las elecciones del poder judicial, donde se ha advertido que hubo más votos que votantes, donde los candidatos ganadores son los mismos que se encontraban en los acordeones que se entregaron a la población y algunos en links electrónicos, en fin, la autenticidad en las elecciones es cosa del pasado.
Continuando con lo expresado anteriormente, habría que preguntarnos cuál fue la actuación de la autoridad, la cual declaró la validez de la elección y emitió la asignación a personas que tuvieron mayoría relativa en la elección de juzgadores, pese a que cinco consejeros del Instituto Nacional Electoral se pronunciaron por no declarar la validez del proceso, debido a algunas inconsistencias, violaciones a los principios electorales, y en general que se observaron prácticas no democráticas en el proceso electoral de juzgadores.
En ese contexto, ante este cumulo de anomalías que ponen en duda la validez de la elección, aunado a la elegibilidad de algunos candidatos que no cumplen con los requisitos constitucionales para contender por algún cargo en el poder judicial, la influencia de actores externos que patrocinaron los acordeones, los cuales permearon la igualdad de condiciones, ante la carencia de certeza en los resultados y su transparencia difícilmente se podían calificar como válidos los resultados.
Ahora bien, previo a las elecciones del poder judicial los partidos políticos nacionales hicieron mutis sobre la forma y procedimiento en la elección de juzgadores, no se quisieron involucrar ni para bien ni para mal, pese que en dos Estados de la República había elecciones municipales las cuales podrían ocasionar algún tipo de abstencionismo, ya que la ciudadanía no simpatizaba con dicha elección. Ahora, buscan sacar raja política, se dicen ser los paladines y señalan que impugnaran ante la Sala Superior del Tribunal Electoral los resultados.
Particularmente, hablando de resultados, según datos del INE, hubo ciento dieciséis millones de votos, pero sólo hay noventa y nueve millones en el padrón electoral nacional, por otra parte, se habla que sólo acudió a votar un 13% de la población, tendría que ser un poco más de doce millones de votos, lo cual es demasiado generoso, consecuentemente no concuerda con la realidad regional, si otorgamos sin conceder que un 10% de ciudadanos acudieron a votar; sumando un 2% inconforme con la elección judicial decidió cumplir con su derecho y lo anuló, otro 2% fueron los incrédulos aspirantes, amigos y familia que pensaron que tendrían alguna oportunidad, un 3% en personas que movilizaron el día de la jornada, adultos mayores y afines al régimen, y el restante 3% fue en casillas zapato, relleno de urnas, y esas prácticas que ya no ocurren, pero que pondrían en duda la certeza y autenticidad de la elección, lo cual tendría como resultado calificarla como no valida.
Aunado a lo anterior, los resultados se conocieron a las seis de la tarde, sin existir encuesta de salida, sin conteo en las propias casillas, seis de los nueve ganadores para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, son prácticamente desconocidos, la mayoría de estos pertenecen a morena y radican en la ciudad de México, lo cual es contradictorio con los aspirantes locales que pudieron haberles arrebatado votación en las preferencias de cada estado de la república, la votación tuvo que estar más dividida, entonces debemos preguntarnos como es que el pueblo bueno prefirió a unos completos desconocidos que a sus héroes locales, la respuesta es que tu voto ya no importa, el movimiento ya decidió por ti y para ti.
Ante este galimatías electoral, todo está en manos de la Sala Superior del Tribunal Electoral, misma que en recientes días confirmó la sanción a una ciudadana que se expresó libremente en una red social contra una candidatura de la esposa del presidente de la Cámara de Diputados, la cual no sólo se excedió en sus funciones, sino que dejó un precedente peligroso de censura a la población, en consecuencia no esperemos justicia de un tribunal que es sumiso y complaciente al régimen en turno.
Pero no hay que alarmarse, que no cunda el pánico, como mexicanos tardamos más de trescientos años en independizarnos de España, cincuenta años ya como país en coartar los derechos de los militares y eclesiásticos, treinta años para iniciar la revolución contra la dictadura de Porfirio Díaz; ya como país moderno el PRI tardo cincuenta años en tener a un presidente tecnócrata, tardó más de sesenta años para que se lograra la alternancia política, y sólo bastaron los últimos siete años de un grupo en el poder para destruir los logros democráticos.
Especialmente, valdría la pena plantearse quién se beneficia estos retrocesos democráticos, en reciente información se sabe que el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, recibió financiamiento de Irán para su campaña política, se dice que grupos de izquierda de Venezuela y de España hicieron contribuciones a su movimiento, incluso se especula que el narcotráfico lo apoyo financieramente. Consecuentemente, no puede esperarse que los apoyos a su movimiento sean de a gratis, en el sexenio anterior según notas periodísticas, existieron vuelos procedentes de Venezuela al aeropuerto Felipe Ángeles donde arribaron ciudadanos de origen iraní, también se habla de rusos entrando como turistas para posteriormente ingresar a territorio americano, se habla de contratos a empresas españolas en el tren Maya, sin olvidar los intercambios de petróleo por ayuda médica y militar de Cuba.
Para finalizar estas ideas, los mexicanos nos encontramos impávidos ante los cambios democráticos en nuestro país, ya no existe la democracia si es que alguna vez existió, dejará de existir la libertad de expresión si es que no se actúa con rapidez, pero para el imaginario colectivo lo importante es la copa de oro, el futbol, la novela, las notas del corazón, si algo malo ocurre, los americanos no lo van a permitir, ya llegara un héroe o heroína que estén dispuestos a dar su vida por la democracia de nuestro país, por lo mientras que el mundo ruede.
César Gaspar Cortés Zilli
Economista, egresado de la Universidad Veracruzana
X: @cczilli
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