Por Arturo Reyes Isidoro/Columna
Cree el columnista que con la mejor intención, la gobernadora Rocío Nahle puso ayer en marcha su programa social Apoyo a la Palabra-Plan México, para prestar dinero (serán 100 millones de pesos en total para este semestre) a 4 mil “emprendedores” de los 212 municipios, un programa que, sin embargo, no es nuevo y que ya fracasó en sexenios anteriores.
“Este programa nació de escuchar a la gente, de caminar en los municipios. Aquí, en Atzalan, me dieron su palabra y yo di la mía. Estoy segura que sólo necesitan un pequeño impulso para salir adelante”, expresó, al comentar que el proyecto se inspiró en el programa Crédito a la Palabra del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Detalló que los apoyos se darán para las personas que quieran iniciar sus talleres de costura, por lo que se les dará una máquina de coser, así como máquinas para quienes quieran hacer mermeladas, o para quienes quieran soldar, o hacer pan entre otros. Recordó que estando en campaña, en Atzalan un día se le acercó una joven para ofrecerle una mermelada de moras y ahí le pidió que la ayudara a comprar una plancha para hacer sus mermeladas.
Se les prestarán entre 5 y 15 mil pesos, que los beneficiarios podrán ir abonando en las 113 sucursales de lo que antes fue Telégrafos de México, y que para el próximo año el monto total se doblará a 200 millones; que a quienes paguen se les podrá otorgar un segundo préstamo por más cantidad.
La gente pobre es la cumplida y más necesitada, pero precisamente por esas dos condiciones no pueden pagar luego, no es no quieran; el dinero que les dan se les pulveriza de inmediato y luego vuelven a lo mismo.
En su momento, del único que supe que pagó y con creces fue de Fidel Herrera Beltrán, quien en su campaña, a la inversa, pidió crédito a la palabra a los dueños de medios, les dijo que le dieran espacios de publicidad y que cuando llegara al gobierno les pagaría. Llegó y pagó los más altos intereses que en su vida ha pagado persona o institución alguna. Él a su vez dio crédito a la palabra a los necesitados, que nunca le pagaron.
Lo cierto también es que ese tipo de programa tiene algo o mucho de asistencialista, pero, sobre todo de electorero, y en el gobierno van a tratar de recuperar votos para la elección intermedia, federal, de 2027, cuando estarán en juego las diputaciones locales y federales. La gobernadora Rocío Nahle, sin duda, ya anda en campaña sin andar en campaña.
De más de 100 mil, ¡solo unos 1,695 votaron a favor de Martín!
En la misma página oficial de la Universidad Veracruzana se consigna que la matrícula total para el ciclo escolar 2024-2025 es de 95,534 estudiantes, casi 100 mil, que con los trabajadores completan la cifran y la rebasan, o sea, se trata de una comunidad universitaria de más de 100 mil personas. A partir de ahí no tiene ninguna legitimidad la prórroga de Martín Aguilar Sánchez para que continúe por un seguro periodo, aunque rebasa el límite de edad requerido, pues según la prestigiadísima e ilustrísima Junta de Gobierno, en la “consulta” que realizó participaron ¡2,839! personas, o sea, apenas el 1.65%, según hizo el cálculo La Clave Online, de los cuales 59.7% voto a favor y 40.93 en contra, por lo que solo unos 1,695 aproximadamente habrían aprobado la propuesta. Seguramente el dato lo tomarán en cuenta los tribunales ante los que se va a impugnar.
Cómo devino la calidad de secretarios de la SEV, de grandes pedagogos a teiboleros
La vida me dio la oportunidad y el gran honor de conocer a grandes pedagogos veracruzanos, muchos hijos ilustres de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, que prestigiaron las instituciones por las que pasaron y que pusieron el nombre de Veracruz e incluso de México en lo más alto en todo el mundo, algunos de los cuales llegaron a la titularidad de lo que hoy es la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV). No lo conocí en funciones, pero como reportero alcancé al maestro Teodoro Lavoignet Naveda (Martínez de la Torre), conocí y fui compañero de páginas de Ángel J. Hermida Ruiz (Alvarado), conocí y entrevisté a Francisco Galván Rivera (San Marcos de León, Xico), a Arnulfo Pérez Rivera, a Jorge Lara de la Fraga (su hijo mayor nació el mismo día que mi hijo mayor, y en el mismo hospital, fuimos vecinos de cunero), conocí y entrevisté a uno de los grandes entre los grandes, Gonzalo Aguirre Beltrán (Tlacotalpan), y podría rememorar muchos más nombres, que los hay.
Por eso, porque en parte he sido testigo de la historia de la educación en Veracruz, es que no dejo de dolerme –ese es el término, me duele– del lastimoso estado en que cayó la Secretaría del ramo, más que nunca con los gobiernos de Morena, con el de Cuitláhuac García Jiménez, cuando llegó al cargo de secretario Zenyazen Escobar García, señalado de haber pasado de cadenero de un antro y “bailarín nudista de arrabales de Orizaba” (movimiento Antorchista.org.mx/de stripper-a-secretario de educación pública) (“peor es robar dinero al pueblo”, era lo único que decía en su defensa en un principio, sin negar señalamientos en su contra) a titular de la SEV, y ahora con el de Rocío Nahle García, cuando llegó al cargo la socióloga Claudia Tello Espinosa, con un doctorado por la prestigiadísima UPAV, y cuya gestión se caracteriza porque prácticamente no ha pasado un solo día sin que haya notas negativas de la Secretaría, pero ni con Zenyazen ni con ella se sabe que se haya elevado el nivel de la educación en el estado.
La vida privada de la señora no me interesa en lo más mínimo ni tengo derecho a meterme en ella, pero es inevitable que lo mueva a uno, como columnista, toda la información que surge de adentro mismo de la dependencia y de las diferentes áreas, de que el manejo de los asuntos de la SEV está contaminado por cuestiones personales sentimentales en el que estaría involucrado otro alto funcionario (la versión de adentro: que era su chofer, le trabajaba en su rancho, compraba cerdos y los llevaba al rastro, lo puso a estudiar en el sistema abierto y, de ahí, ¡zas!, a la Subsecretaría, qué tal), que si es cierto, los involucrados tienen derecho a hacer de su vida lo que quieran, siempre y cuando no sea en detrimento de la buena marcha del estado y de la educación de Veracruz.
Lo que pasó el martes en el Cobaev habla de un desorden que involucra a la propia administración estatal, que no se explica. ¿Quién mete orden? Ayer por la tarde, casi al anochecer, Tello se presentó en las oficinas centrales del Cobaev (estuvo 5 minutos y se fue) y nombró a una tercera candidata como directora general: Lorena Martínez Cabrera, exdirectora del Instituto Tecnológico Nacional de México campus Coatzacoalcos, o sea, gente de la gobernadora Rocío Nahle.
No los distraigas, me pide la oposición sobre lo que pasa en Morena
Me escribieron conocidos lectores míos de la oposición para pedirme que no me ocupe de las críticas del senador Manuel Huerta sobre su interés por que haya cambio en la dirigencia estatal de Morena y hagan bien las cosas. Ayúdanos, me dicen, aplica aquello de cuando veas a tu enemigo cometiendo pendejadas, no los distraigas. Cada que se presente la ocasión, porque haya motivo, me voy a seguir ocupando del tema. Ni los morenistas ni los demás militantes de los demás partidos son mis enemigos. Mi trabajo es otro. Si continúan cometiendo errores o si no corrigen su rumbo, allá ellos. Si la oposición se aprovecha de ello, también ellos sabrán. Yo seguiré consignando por igual de unos y otros. Y, claro, dando mi punto de vista con sentido crítico sobre todo contra todo lo que lastime a Veracruz y a los veracruzanos.
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